Capitulo 15.

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— Eadlynne... Tienes que despertar... Debes hacerlo.

Esa voz ¿Por qué me suena tan familiar?

— ¿Quién eres?

— Soy tu pasado, uno que es demasiado distante y del cual, a penas y tienes recuerdos. Pero tu eres nuestro legado, nuestra esperanza, así como Daenerys. La rueda debe romperse antes de que la locura les alcance.

— ¿Locura?, ¿De qué hablas?, ¿Quién eres?

....

Eadlynne despertó de su tan extraño sueño. Era nuevo, una sensación totalmente diferente a las anteriores en las que se sentía inquieta y, hasta cierto punto, aterrada. Pero el sueño de ahora le hizo sentir una calidez, como si estuviera con algo o alguien tan cercano a ella y su vida, sin siquiera ella haberlo previsto.

Se despabilo y levanto para observarse en el espejo que había en su habitación, notando como las ojeras quedaron marcadas en sus ojos. Resoplo y después vistió para reunirse con su hermana y los otros. Un vestido verde que era adornado por un cinto dorado que iba desde el cuello hasta su cintura, y en sus muñecas brazaletes que hacían juego con el cinto; además de ser decorado con pequeñas joyas.

Su peinado eran algunas trenzas que formaban una corona, dejando algunos mechones sueltos que cubrían su rostro. Ya lista, se encamino a donde todos estarían, una pequeña habitación cercana a los aposentos de Daenerys. Mientras caminaba, se topaba con algunos de los Inmaculados y les saludaba, a lo que ellos correspondían al saludo con una reverencia innecesaria para ella.

Por fin, y después de tantos pasillos, llegó al lugar de reunión escuchando ya algunas voces conocidas.

— El rey Joffrey Baratheon esta muerto. — anunció Sir Jorah para sorpresa de ambas hermanas — Asesinado en su boda.

“Que hermoso regalo de bodas para la afortunada novia.”

Pensó Eadlynne.

— Y hemos tomado a la marina de Meereen, majestad. — advirtió Sir Barristan

— Los Segundos Hijos tomaron la marina. — recalcó Daario desconcertando a la Madre de Dragones

— ¿Quién les dijo que tomarán la marina? — cuestionó ella

— Nadie.

— ¿Y por qué lo hicieron?

— Oí que le gustan los barcos. — respondió juguetón Daario

Daenerys se mantuvo en silencio mientras observaba a Eadlynne avanzar hasta estar a su lado. Luego de ello, cuestionó por la cantidad de barcos y a cuántos hombres podrían llevar, Sir Barristan dió un aproximado de nueve mil, a lo cual Sir Jorah advirtió de que la familia Lannister contaba con más hombres en comparación de Daenerys.

— Han peleado la guerra de Joffrey por años. — comentó Sir Barristan — Están cansados, dispersos. Y ahora su rey está muerto. Ocho mil Inmaculados, dos mil segundos hijos, navegando a la bahía de Blackwater y atacando las puertas sin advertencia.

Las palabras de Sir Barristan convencían a Daenerys y, hasta cierto punto, hacían dudar a Sir Jorah sobre su propia idea.

— Pero no peleamos para hacerle reina de King's Landing. Diez mil hombres no pueden conquistar Westeros.

— Las viejas casas se unirán a nuestra reina cuando cruce el mar estrechó. — dijo Sir Barristan

— Las viejas casas se unirán a quien crean que ganará, como siempre lo han hecho. — Sir Jorah se levantó de su asiento — Hay otras noticias, de Yunkai, sin los Inmaculados para aplicar sus reglas, los maestros están retomando el control de la ciudad. Han vuelto a esclavizar a los hombres libres que se quedaron y juraron tomar venganza en contra suya. Y en Astapor, el consejo que creo para gobernar la ciudad fue derrocado por un carnicero llamado Cleo, quien se ha declarado majestad imperial.

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