— Eadlynne... Tienes que despertar... Debes hacerlo.
“Esa voz ¿Por qué me suena tan familiar?”
— ¿Quién eres?
— Soy tu pasado, uno que es demasiado distante y del cual, a penas y tienes recuerdos. Pero tu eres nuestro legado, nuestra esperanza, así como Daenerys. La rueda debe romperse antes de que la locura les alcance.
— ¿Locura?, ¿De qué hablas?, ¿Quién eres?
....
Eadlynne despertó de su tan extraño sueño. Era nuevo, una sensación totalmente diferente a las anteriores en las que se sentía inquieta y, hasta cierto punto, aterrada. Pero el sueño de ahora le hizo sentir una calidez, como si estuviera con algo o alguien tan cercano a ella y su vida, sin siquiera ella haberlo previsto.
Se despabilo y levanto para observarse en el espejo que había en su habitación, notando como las ojeras quedaron marcadas en sus ojos. Resoplo y después vistió para reunirse con su hermana y los otros. Un vestido verde que era adornado por un cinto dorado que iba desde el cuello hasta su cintura, y en sus muñecas brazaletes que hacían juego con el cinto; además de ser decorado con pequeñas joyas.
Su peinado eran algunas trenzas que formaban una corona, dejando algunos mechones sueltos que cubrían su rostro. Ya lista, se encamino a donde todos estarían, una pequeña habitación cercana a los aposentos de Daenerys. Mientras caminaba, se topaba con algunos de los Inmaculados y les saludaba, a lo que ellos correspondían al saludo con una reverencia innecesaria para ella.
Por fin, y después de tantos pasillos, llegó al lugar de reunión escuchando ya algunas voces conocidas.
— El rey Joffrey Baratheon esta muerto. — anunció Sir Jorah para sorpresa de ambas hermanas — Asesinado en su boda.
“Que hermoso regalo de bodas para la afortunada novia.”
Pensó Eadlynne.
— Y hemos tomado a la marina de Meereen, majestad. — advirtió Sir Barristan
— Los Segundos Hijos tomaron la marina. — recalcó Daario desconcertando a la Madre de Dragones
— ¿Quién les dijo que tomarán la marina? — cuestionó ella
— Nadie.
— ¿Y por qué lo hicieron?
— Oí que le gustan los barcos. — respondió juguetón Daario
Daenerys se mantuvo en silencio mientras observaba a Eadlynne avanzar hasta estar a su lado. Luego de ello, cuestionó por la cantidad de barcos y a cuántos hombres podrían llevar, Sir Barristan dió un aproximado de nueve mil, a lo cual Sir Jorah advirtió de que la familia Lannister contaba con más hombres en comparación de Daenerys.
— Han peleado la guerra de Joffrey por años. — comentó Sir Barristan — Están cansados, dispersos. Y ahora su rey está muerto. Ocho mil Inmaculados, dos mil segundos hijos, navegando a la bahía de Blackwater y atacando las puertas sin advertencia.
Las palabras de Sir Barristan convencían a Daenerys y, hasta cierto punto, hacían dudar a Sir Jorah sobre su propia idea.
— Pero no peleamos para hacerle reina de King's Landing. Diez mil hombres no pueden conquistar Westeros.
— Las viejas casas se unirán a nuestra reina cuando cruce el mar estrechó. — dijo Sir Barristan
— Las viejas casas se unirán a quien crean que ganará, como siempre lo han hecho. — Sir Jorah se levantó de su asiento — Hay otras noticias, de Yunkai, sin los Inmaculados para aplicar sus reglas, los maestros están retomando el control de la ciudad. Han vuelto a esclavizar a los hombres libres que se quedaron y juraron tomar venganza en contra suya. Y en Astapor, el consejo que creo para gobernar la ciudad fue derrocado por un carnicero llamado Cleo, quien se ha declarado majestad imperial.
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DOMINIO
FanfictionEl trono de hierro ha sido conquistado por los Baratheon, acompañados del ejército de Tywin Lannister. Los Targaryen han caído uno por uno al igual que los exorbitantes dragones que alguna vez surcaron los cielos. Pero no todos perecieron en dicha b...