Al mediodía en las fosas menores de lucha, los hombres se preparaban para salir a pelear delante de un gran publico. Alistaban sus armaduras de piel, afilaban sus espadas y algunos otros oraban por salir vivos y victoriosos de aquella sangrienta batalla. El amo de todos ellos daba un discurso "alentador" para neutralizar o incrementar los nervios de muchos ya que, aparentemente, los vencedores tendrían el honor de luchar en una de las arenas más importantes de la ciudad. Tan importante que la misma reina presenciaría dicho evento.
Esa mención fue suficiente para Jorah y proponerse a si mismo en ganar y volver a ella, aunque el entusiasmo no era el mismo de hace meses. Si bien, había anhelado ver a Daenerys una vez más y regresado a formar parte de su consejo real, pero ahora la situación era muy diferente, pues nunca espero tener que lidiar con aquella princesa que no hacia otra cosa que fastidiarle sus planes y su viaje. La misma princesa que le demostró en más de una ocasión lo especial e importante que era para él. La misma que ahora lo tenia hecho un desastre emocional por haberse enamorado de ella y que le había abandonado en el peor momento de su vida.
Recordó entonces el destino que le esperaba, no tenia ya nada que perder, sus días estaban contados y si antes tenia la idea de permanecer el mayor tiempo posible junto a Eadlynne, ahora decidía encontrar otros motivos por los cuales morir honoríficamente.
El hombre, una vez acabo de hablar, comenzó a llamar a unos cuantos que habrían de pelear ese día. Por supuesto, Jorah no estaría entre ellos, pero no perdía la esperanza de ser nombrado algún día y llevarse la gloria ante la mirada atónita de los ciudadanos y de la misma Daenerys.
Sin embargo, nadie espero que ese día en particular, Daenerys junto a su nuevo esposo Hizdahr, llegaran para presenciar la batalla en la arena donde Jorah y Tyrion se encontraban. El hombre al contemplarlos los saludo cordialmente y trato que sus hombres se vieran más decentes y presentables. Los toques bruscos y palabras insultantes apenas audibles no pasaron desapercibidos para Daenerys quien no dudaba en mostrarse incomoda e indiferente ante tal espectáculo. Sin mas, los peleadores pronunciaron una oración que solo era necesaria decir cuando la reina misma presenciaba los juegos, y claro que Jorah no dudo ni un segundo más para confirmar su sospecha.
Cruzo el corto pasillo y observando desde la puerta, vislumbro a Daenerys sentada entre el publico con un semblante desanimado. Pero aunque hubiese sido desde la distancia, Jorah sonrió por haber visto de nuevo ese cabello platinado que solo un Targaryen poseía. Pero su sonrisa se borro luego de percatarse del modo en que ella desviaba la mirada ante la muerte de los hombres y sentirse presionada, casi obligada, a devolver los ojos al frente.
No se iba a permitir verla sufrir más, no cuando aun perduraba algo de cariño por ella.
Rápidamente, tomo su espada y casco para desconcierto de Tyrion que trato inútilmente ir tras de él. Abrió las puertas con enfado y golpeo al hombre que le había comprado, así como también a los demás peleadores sin tener la necesidad de matarlos. El vitoreo del publico atrajo la atención del resto de peleadores que descansaban y las intenciones de Tyrion eran las mismas, de modo que intento romper la cadena sin obtener éxito. O al menos no hasta que un hombre alto y robusto tuvo la cortesía de liberarlo.
Una vez concluido el combate, Jorah se mostro victorioso y tomándose el atrevimiento de colocarse muy cerca del pódium donde estaba Daenerys, se quito el casco revelando su identidad para desprecio de la mayor de las hermanas Targaryen. Todo pensamiento y suposición de como hizo el caballero para regresar cruzaron por su mente, pero ninguna era importante para ella, puesto que su única preocupación verdadera no estaba con él. Y siendo esto así, perdió toda ilusión de volver a ver a su querida hermana.
— Aléjenlo de mi vista. — ordeno Daenerys, pero Jorah no se contuvo, no ahora que tenia la oportunidad
— ¡Le he traído un regalo! — afirmaba desesperado
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DOMINIO
FanfictionEl trono de hierro ha sido conquistado por los Baratheon, acompañados del ejército de Tywin Lannister. Los Targaryen han caído uno por uno al igual que los exorbitantes dragones que alguna vez surcaron los cielos. Pero no todos perecieron en dicha b...