DOMINIO

Capítulo 10.

Un estruendo despertó a Eadlynne. Venía de afuera, de eso estaba segura. Se levantó de la cama y salió de la misma pensando que se trataría de alguno de los Inmaculados, o quizás de los propios animales como los caballos o los corderos, pero no había nada ni nadie allí.

Regreso a su tienda aún confundida y cuando estaba a punto de volver a recostarse, alguien la tomo de los brazos y con su mano cubrió la boca de la joven Targaryen que intento gritar pero se le fue impedido por la misma persona que la sostenía. También intento liberarse pero no pudo luego de recibir un golpe en la cabeza que la dejo inconsciente.

Y así, quien la tenía bien sujeta, la dejo caer al suelo para luego atarla de manos y pies. Cómo pudo y en silencio, arrastró a Eadlynne fuera de la tienda con ayuda de otro hombre que estaba a su lado, los dos la cargaron y la llevaron tras unos árboles donde un caballo les esperaba. La oscuridad de la noche les favoreció a estos que pasaron desapercibidos de los Inmaculados o incluso de alguno de los Dothraki.

Pero no obtendrían la victoria tan fácilmente.

Sir Jorah y Sir Barristan habían salido de la tienda de la mayor de las Targaryen luego de haber hablado de cosas triviales y de estrategias. Pero solamente Sir Jorah es quien tuvo la sensación de que algo no estaba bien, así que luego de asegurarse de que Daenerys estuviera en compañía de Missandei, se dirigió hacia la tienda de Eadlynne. Y para sorpresa de éste, en la arena había huellas de pies descalzos, algo extraño ya que tanto los Inmaculados como los Dothraki llevaban puestas botas.

Entro en la tienda de la joven Targaryen y al ver que está no estaba sobre su cama se alarmó, recorrió la tienda encontrando así un pequeño rastro de sangre, producto del golpe que Eadlynne recibió en la cabeza.

Presuroso, salió de la tienda y siguió el rastro hasta dar con el mismo punto dónde antes estaba el caballo. Sabiendo que estos no habrían ido muy lejos, tomó un corcel y advirtió a los Dothraki que la princesa Targaryen había sido raptada y que se le debía ser informado a Daenerys. El grupo de hombres obedeció y Sir Jorah salió tras de los captores de la joven Targaryen.

No tardó mucho en encontrarlos, estos habían intentado no hacer ruido con el galope del caballo, pero al percatarse de la presencia de Sir Jorah, decidieron apresurar el paso haciendo que el caballo comenzará a correr, alejándose rápidamente del caballero quien también aceleró el paso de su caballo.

Era evidente que pronto los alcanzaría.

Sir Jorah les impidió dar un paso más cuando su caballo se interpuso en el camino de estos. Ambos hombres, que vestían con la ropa y usando el collar de esclavos, no dieron ni siquiera pelea, tan solo bajaron del caballo y salieron corriendo asustados dejando atrás a la joven Targaryen que aún estaba inconsciente en el lomo del animal.

El caballero rápidamente bajo de su corcel y se aproximó hacia el contrario para calmarlo y bajar a la joven con delicadeza. Como esperaba, el lateral de la frente de Eadlynne sangraba, no era una herida lo bastante profunda pero que sin duda dejaría una cicatriz. Desató a la joven y regresó a pie mientras cargaba de ella y jalaba de la cuerda para llevar de regreso a los dos caballos.

— No habrá piedad. — se dijo para sí mismo

....

Estaba oscuro. Hace frío y me asusta.

Estoy recostada en algo suave, pero no puedo describir que es, no es la nieve y tampoco es arena. Mucho menos césped. Entonces ¿En dónde estoy?

No puedo moverme, y tampoco puedo ver nada. Solo hay oscuridad y más oscuridad que me aterra imaginar que estoy sola.