Capitulo 7.

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El momento había llegado. Daenerys ya había tomado su decisión y ella, junto al resto de su gente, se dirigían al punto de reunión donde se cerraría finalmente el trato.  Los Inmaculados abrieron las puertas y les permitieron el paso a la Madre de Dragones y los otros mientras que recibían la mirada atónita y curiosa por parte de los amos y esclavos de Astapor.

Al otro lado de las puertas, frente a todos los Inmaculados, estaba el amo Kraznys con un látigo en mano, observando a las hermanas Targaryen acercarse a la vez que hablaba siendo traducido por Missandei para las jóvenes.

— El amo dice que aun no han sido probados. Dice que les conviene que sangren pronto. Hay muchas ciudades de aquí a allá, ciudades listas para ser saqueadas. Si captura a esclavos, los amos compraran a los saludables por un buen precio. — esas eran las palabras del amo Kraznys

Y mientras ella hablaba, Eadlynne seguía repitiendo esa frase en su mente, una y otra, y otra, y otra vez. No prestaba atención a nada, ni siquiera a las miradas de indiferencia por parte de los amos que las veían pasar con emoción, emoción quizás por lo que había encerrado en una caja de madera que era cargada por dos Dothraki.

Por fin, Daenerys estaba frente al amo, Eadlynne se quedo a un lado junto a Missandei y los caballeros, Sir Jorah y Sir Barristan. Las miradas de toda la ciudad estaban fijas en ellos, en los extranjeros y las mujeres de cabellos platinados que miraban al amo Kraznys con cierto desprecio, pero debían guardarlo por un poco mas. 

Daenerys entonces dio la vuelta y se encamino hacia la caja de madera, abrió la misma y dentro de ella estaba Drogon con una cadena en una de sus patas que Daenerys sostuvo y con la cual evitaba que este volara con libertad. Las miradas de asombro por parte de los amos pasaban de incrédulas a la de un verdadero creyente, además de orgullo. Un dragón era una criatura que valía mas que un ejercito de Inmaculados, y las hermanas Targaryen lo sabían muy bien.

Y entonces, Daenerys extendió la cadena y se la entrego al amo Kraznys quien no dejaba de mirar a Drogon, y fue este ultimo quien soltó varios gruñidos para que este lo soltara. Ahora que lo tenia, el amo Kraznys no dudo en darle el látigo a Daenerys quien lo tomo preguntando si estaba finalizado su trato, a lo que Missandei tradujo su duda al amo quien le confirmo que estaba hecho y asegurando que los Inmaculados ahora le pertenecían a Daenerys. Claro que no sin antes haberla insultado una vez mas, recibiendo una mirada amenazante por parte de ambas Targaryen.

Pero esa mirada se desvaneció en Eadlynne luego de escuchar a Drogon quejarse una y otra vez. El dragón miraba a Daenerys y luego a ella, como si pidiera por su ayuda y aunque la mas joven de las Targaryen quería ayudarle, solo Daenerys podría pedirle que lo hiciera. Regreso la mirada hacia su hermana y observo como este les hablaba a los Inmaculados para asegurarse de la obediencia de estos, les pedía que marcharan y que se detuvieran a lo que estos obedecían sin mas, pero lo pedía en el idioma valyriano, algo que sorprendió a Missandei pero no al resto de la ciudad.

— ¡Dile a la perra que su bestia no quiere obedecer! — dijo el amo Kraznys a lo que Daenerys regreso su mirada asesina hacia el

— Un dragón no es un esclavo. — afirmo Daenerys en valyriano y finalmente sorprendiendo a todos, excepto a Eadlynne quien le dirigió una sonrisa que denotaba orgullo

— ¿Habla Valyriano? 

— Soy Daenerys Stormborn de la casa Targaryen, de la sangre de la vieja Valyria. El Valyriano es nuestra lengua materna. — esto último refiriéndose a Eadlynne quien miro al amo Kraznys con una sonrisa llena de odio, acción que Missandei imitó al unísono

Entonces Daenerys regreso su vista hacia los Inmaculados, sujetando con aún más fuerza el látigo y hablo de nuevo en valyriano. Les ordenó que asesinaran a los soldados y a los amos de estos mismos, así como también a todo hombre que sujetará un látigo, pero que no dañarían a ningún niño. También ordenó romper las cadenas de todo esclavo que vieran.

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