Capítulo XIX✅✅

12 3 1
                                    

Morgan sintiendo la fría armadura y la suavidad de su piel bajo la lluvia. Arthas cerró los ojos, permitiendo que su hijo explorara con sus manos cada rasgo de su rostro, cada cicatriz que contaba la historia de sus batallas pasadas.

—Eres valiente, Morgan —dijo Arthas con orgullo, mientras las gotas de lluvia se deslizaban por su rostro—. Ver el mundo de esa manera requiere una fuerza que pocos pueden comprender. Pero recuerda, nunca estás solo en este viaje.

Morgan asintió, sintiendo el vínculo entre él y su padre fortalecerse con cada palabra compartida bajo la lluvia. Aunque su mirada podía no ver lo que otros veían, su corazón sabía que tenía a alguien en quien confiar, alguien que lo guiaría a través de las sombras y hacia la luz.

—Gracias, papá —susurró Morgan, dejando que sus dedos se deslizaran suavemente por el rostro de Arthas una vez más—. Estoy listo para enfrentar lo que sea que el destino tenga reservado para nosotros.

Arthas sonrió, sintiendo una mezcla de esperanza y determinación en el corazón de su hijo.

—Entonces, juntos enfrentaremos cualquier desafío que se presente en nuestro camino —declaró Arthas, su voz resonando con la promesa de un futuro incierto pero lleno de posibilidades.

Con manos temblorosas, Morgan extendió sus dedos hacia el rostro de su padre, sintiendo la textura fría y áspera de su piel cubierta por la armadura. Aunque no podía ver en el sentido tradicional, podía percibir la energía que irradiaba de Arthas, una mezcla de poder y determinación.

Al tocar su rostro, Morgan sintió una conexión profunda con su padre, una conexión que trascendía las limitaciones de la vista. Era como si pudiera sentir la esencia misma de Arthas, su fuerza, sus dudas, sus esperanzas.

Arthas permaneció inmóvil, permitiendo que su hijo explorara su rostro con sus manos. En ese momento, se dio cuenta de lo mucho que había perdido en los años de oscuridad y soledad. Pero también se llenó de esperanza al darse cuenta de que, a pesar de todo, aún tenía a su hijo a su lado.

Después de un momento, Morgan retiró su mano, sintiendo una calidez reconfortante en su corazón.

—Gracias, papá —susurró Morgan con gratitud.

Arthas le sonrió con ternura, una sonrisa que iluminaba su rostro oscurecido por la armadura.

—Siempre, hijo mío. Siempre estaré aquí para ti —respondió Arthas con voz suave pero llena de determinación.

Susurró Morgan, sintiendo la calidez y la seguridad de los brazos de su padre a su alrededor. La lluvia seguía cayendo, pero en ese momento, nada más importaba que el vínculo único que compartían. En medio de la tormenta, encontraron un refugio en su amor mutuo, prometiendo enfrentar juntos cualquier desafío que la vida les pusiera por delante.

Arthas lo miró con sorpresa, el agua de la lluvia resbalando por su armadura helada. Después de un momento de silencio, extendió su mano hacia su hijo—. Por supuesto, Morgan —dijo con voz ronca pero gentil—. Toca mi rostro todo lo que necesites —Su tono era cálido, mostrando un lado de él que rara vez se veía.

Morgan extendió tímidamente su mano hacia el rostro de su padre, sintiendo la textura fría de la armadura bajo sus dedos. Con cuidado, trazó los contornos de la mandíbula y las cicatrices que adornaban el rostro de Arthas. Aunque no podía ver en el sentido tradicional, Morgan sentía la energía que irradiaba de su padre, una mezcla de fuerza y determinación.

—Gracias, papá —susurró Morgan, con una sonrisa en los labios—. Significa mucho para mí poder sentirte de esta manera.

Arthas cerró los ojos por un momento, disfrutando del contacto con su hijo.

El Vínculo de Morgan y María [saga: la flor divina #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora