—¿Qué hay en la sala? —preguntó Jeff con desconfianza.
—Es un regalo para ti — mientras tanto, Jeff sacó el cuchillo — lo mejor sería ir a la sala para traer el regalo —respondió Morgan, intentando calmar la situación.
—Morgan.
—¿Qué pasa? —dijo Morgan, un poco confundido.
—Morgan, tú no irás —advirtió Jeff, dejando claro que no se dejaría engañar.
—¿Qué?
—Será mejor que vayas a dormir.
Quiso clavarlo en el pecho, pero Morgan esquivó.
—Morgan...
—Jeff, necesitas ayuda.
—Solo quiero que seas como yo.
—Estás loco.
Sacó el cuchillo antes de herirlo. Morgan esquivó el ataque y, dándole un golpe en la cara, lo hizo caer al suelo. Salió del lugar gritando:
—¡MAMÁ, SONIA, SONIA!
Entró al cuarto de Naria, pero al ver que estaba vacío, se asustó mucho y se dirigió al cuarto de Sonia.
—No están ellas aquí, abuelo, solo estamos tú y yo.
—Mierda, estás loco.
—No, únicamente quiero que seas como yo —respondió Jeff.
—Mierda.
Salió del cuarto de Sonia para dirigirse a las escaleras.
—Morgan.
Vio a Jeff.
—Jeffrey —dijo Morgan.
Con una sonrisa le dio una patada haciéndole caer, pero antes de caer le agarró de la mano— no caeré solo —con una sonrisa— tú caerás conmigo, maldito loco.
Jeff vio a Morgan soltarse del barandal.
—Hijo de...
Cayeron por las escaleras. Morgan sintió un dolor terrible en todo el cuerpo.
Morgan se despertó al ver a Jeff inmóvil. Se levantó, pero sintió un intenso dolor en su brazo y pierna izquierda. Sabía que tenía que salir de allí, ya que Jeff era la única persona presente. Se dirigió al comedor, pero al no encontrar a nadie, se dirigió a la sala.
De repente, recibió un fuerte golpe en la cabeza, lo que lo hizo caer al suelo. Miró a Jeff, quien estaba de pie sobre él con una expresión siniestra en su rostro.
—Morgan, tú tienes que dormir —dijo Jeff con una voz escalofriante.
Morgan intentó levantarse, pero el golpe en la cabeza lo dejó aturdido. Sus extremidades no respondían correctamente, y su visión se volvía borrosa.
—Estás loco —dijo Morgan con voz temblorosa.
—¿Qué? —respondió Jeff con una risa malévola.
—Jeff, estás loco —repitió Morgan con desesperación.
—No importa, tú irás a dormir —dijo Jeff mientras se acercaba lentamente a Morgan, con una sonrisa retorcida en su rostro.
Le agarró del brazo para llevarlo arriba, pero Morgan sintió una sensación extraña y se aferró al barandal de las escaleras.
—Suéltate —dijo Jeff, intentando soltarlo por la fuerza, pero Morgan se aferraba con más fuerza.
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El Vínculo de Morgan y María [saga: la flor divina #1]
FanfictionLa lluvia caía con intensidad y los rayos iluminaban la oscura bodega. En el suelo se encontró una persona sonriendo, indiferente a lo que le pudiera suceder. Para él, los demás eran unos monstruos asesinos que merecían morir. Su único deseo era que...