—No únicamente robamos los poderes, también podemos convertir a los demás como nosotros.
—Pero de una forma muy desagradable —dijo Hogan.
—De acuerdo.
—Los infectados no pueden estar con los otros —dijo Rylan.
—¿Qué?
—Abuelo, lo que quiere decir es que los otros son bichos y ellos no, ya que tomaron forma humana —dijo Jeff.
—Sí, gracias Jeffrey.
—De nada.
—Pero eso quiere decir...
—Morgan, creemos que uno de tus padres era un monstruo de ataque —dijo Rylan.
—¿Pero la flor?
—Creo que pertenecía a tu madre —dijo Rylan.
—Pero ustedes dijeron...
—Sí, solo la diosa de la vida era la portadora de la flor divina.
—Y al tener hijos, ellos también pueden tener una flor, pero se cree que un infectado pudo copiar la flor —dijo X.
—Pero los ojos...
—Se dice que si un monstruo de ataque tiene un hijo con otra raza, puede que nazca mal, pero para que eso no pase, solo lastima a los ojos.
—Los infectados no pueden estar con monstruos de ataque o de sanación —dijo Rylan.
—Así que ellos solamente son bichos.
—Sí —dijo X.
—Los odian porque ustedes tomaron formas humanas.
—Todos nos odian —dijo Wade.
—Pero tus ojos no son nada malos, solo que tus padres se enamoraron y tú naciste —dijo Rylan.
—De acuerdo.
—Pero no es malo —dijo Hogan un poco molesto.
—Gracias —dijo Morgan.
—De nada.
—Nosotros tenemos que averiguar quiénes son tus padres —dijo Wade.
—De acuerdo.
—Mierda.
—Para no lastimar el cuerpo, solamente se enfocaron en los ojos —dijo Sonia.
—Sí —dijo Rylan.
—No es malo, hermano.
—De acuerdo —respondió Morgan.
—Será mejor que descanses.
—De acuerdo.
Los tres desaparecieron con la teletransportación.
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—Sigues despierto?
Se sentó para verla.
—¿Qué pasó?
Se acercó a él y se sentó a su lado.
—No quieren decir nada —dijo Naria.
—¿Qué?
—Creo que los pagaron para estar callados.
—Pero...
—Si hablamos con sus padres para que sus hijos puedan decir la verdad, pero no quieren —dijo Naria muy molesta.
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El Vínculo de Morgan y María [saga: la flor divina #1]
Hayran KurguLa lluvia caía con intensidad y los rayos iluminaban la oscura bodega. En el suelo se encontró una persona sonriendo, indiferente a lo que le pudiera suceder. Para él, los demás eran unos monstruos asesinos que merecían morir. Su único deseo era que...