El Vínculo de Morgan y María [saga: la flor divina #1]

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—Pero cuando Lucía llegó a la isla de los deseos, algo extraño comenzó a suceder. Lucía se sintió atraída por los deseos de los demás y comenzó a sentir una extraña sed de poder. Lucía empezó a matar a todos los que entraban en la isla de los deseos, para poder quedarse con todo lo que encontraba allí.

Con el tiempo, Lucía se corrompió completamente y comenzó a matar a todos los que entraban en cualquier isla del planeta. La gente del universo se enteró de lo que estaba sucediendo y comenzó a evitar el planeta de los dulces y la comida.

Pero al pasar los años, ese lugar cambió. Si una persona pisaba ese lugar, era entregada como sacrificio. Ahora nadie puede ir. Antes ese lugar era muy hermoso, pero ahora es un lugar muy horrible. Se encuentran cuerpos regados por todas partes y la sangre cubre la tierra. Los árboles están envueltos con pieles humanas, donde un monstruo comparte humanas come los dulces y donde una chica espera en su trono a que nuevos incautos pisen sus tierras para que ella pueda divertirse.

—Así que la niña pidió el deseo de tener poder y que ese lugar se convierta en lo que ella quería —dijo Jack.

—Sí.

—Es extraño, pero lo que no entiendo es por qué ese lugar cambió —dijo Ann.

—Nadie sabe, a excepción de los que estuvieron allí.

—De acuerdo, pero ¿de verdad ese lugar existe?

—Sí, pertenece a uno de los universos. Pero Hogan me dijo que pertenecía al universo de Ursari —dijo Morgan.

—De acuerdo.

—Y los otros... —dijo Ann.

—Son las muñecas.

—¿En serio?

—Sí.

—De acuerdo, cuenta —dijo Jason.

—Al aparecer las muñecas, todos querían tenerlas. Eran muy deseadas por su belleza y rareza, pero las más amadas eran las muñecas de terror, aquellas que no tenían ojos, la cara deforme y extremidades extras.

Pero al pasar los años, la muñeca fue perdiendo fama. Al ver que nadie las quería, las botaron a un planeta.

El Planeta de las Muñecas, donde las muñecas más hermosas, grandes y coloridas se encontraban por todas partes. El planeta estaba lleno de hermosas flores y hermosos paisajes, pero escondido en lo profundo de las montañas había una criatura malvada que acechaba a sus víctimas.

La criatura era un ser oscuro con tentáculos afilados y ojos rojos brillantes que acechaba entre las sombras, esperando a que alguien entrara en el planeta. Cuando alguien llegaba al Planeta de las Muñecas, la criatura se escondía esperando a que esa persona se separara del grupo o se adentrara en los lugares más recónditos y solitarios del planeta.

Entonces, la criatura se abalanzaba sobre su presa, y con sus tentáculos afilados, la atacaba sin piedad. La gente temía visitar el planeta, ya que sabían que podían encontrarse con la criatura en cualquier momento.

Un día, un grupo de aventureros llegó al planeta, decididos a explorar todos sus rincones y descubrir sus secretos ocultos. La criatura observó a los aventureros con cautela y paciencia, esperando su oportunidad para atacar.

A medida que los aventureros se adentraban cada vez más en las profundidades del planeta, la criatura se acercaba sigilosamente, escondiéndose detrás de las muñecas más grandes y coloridas. Finalmente, cuando los aventureros estaban más distraídos, la criatura se abalanzó sobre ellos con sus tentáculos afilados.

Los aventureros intentaron defenderse, pero la criatura era demasiado fuerte y astuta. Uno por uno, los aventureros cayeron ante la criatura malvada, hasta que finalmente sólo quedó uno. El último aventurero estaba gravemente herido, y sabía que no podía luchar contra la criatura por más tiempo.