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—Porque no entras un rato.

—Lo lamento, pero tengo que ver a mi hermana.

—Pero ella está con ellos —dijo Jeff muy molesto.

—¿Qué?

—Jeffrey —dijo Margaret muy molesta.

—Tú lo prometiste.

—Sí, lo sé, pero algo importante surgió y necesito asegurarme de que esté bien. No puedo esperar más tiempo —respondió Morgan con firmeza.

Jeff miró a Morgan con una expresión de enojo y desprecio. Margaret intercedió.

—Jeffrey, no puedes culpar a Morgan por cuidar de su familia. Entiende que las responsabilidades familiares son importantes.

Jeff bufó y cruzó los brazos.

—Está bien, pero espero que no vuelvas a faltar a nuestra cita la próxima vez. Tengo asuntos pendientes contigo, Morgan.

—Entiendo. Nos vemos después, Jeffrey. Cuídate.

—Tú lo prometiste.

—De acuerdo, voy a entrar —dijo Morgan.

—Me alegra escuchar eso, abuelo —respondió Jeff.

—Sí.

Entraron a la casa y Morgan se dirigió al cuarto de Liu, sentándose en la cama.

—Jeff, ¿estás bien? —preguntó Morgan.

—Claro que estoy bien —respondió Jeff.

—¿Estás seguro de que estás bien, Jeff? —insistió Morgan.

—Estoy bien, abuelo.

—De acuerdo, pero... —Morgan bajó la cabeza— lo lamento, todo fue mi culpa y lo que te pasó también fue mi culpa. Si te hubiera ayudado, nada de esto te habría pasado. Esto es culpa mía —dijo Morgan apenado.

—Descuida, abuelo, todo está bien. Además, me debes mucho —respondió Jeff.

—De acuerdo, será mejor que me vaya —concluyó Morgan.

—Tú lo prometiste.

—Sí, lo sé, pero surgió un imprevisto y debo ir a verla, lo siento mucho —respondió Morgan con sinceridad.

Liu frunció el ceño y Jeff cruzó los brazos, visiblemente enfadado.

—No entiendo por qué siempre tienes una excusa para irte, Morgan. ¿Acaso no valoras nuestra amistad? —preguntó Jeff con voz irritada.

Morgan se sintió incómodo con la acusación de Jeff y se apresuró a responder.

—Claro que valoro nuestra amistad, Jeff, pero a veces hay situaciones que están fuera de mi control. Te prometo que me pondré al día contigo y Liu más adelante, ¿de acuerdo?

Liu asintió con una sonrisa forzada, tratando de suavizar la tensión en la habitación.

—Claro, entendemos que tienes responsabilidades familiares, Morgan.

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En ese momento, la madre de Jeff entró en la habitación para avisarles que la comida estaba lista.

—Ya está la comida, será mejor que bajen —dijo la madre.

—De acuerdo —respondieron Jeff y Liu al unísono.

—Primero le diré a mi madre —dijo Morgan levantándose.

—Abuelo —intervino Jeff.

—Porque no la llamas —añadió Margaret.

El Vínculo de Morgan y María [saga: la flor divina #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora