El Vínculo de Morgan y María [saga: la flor divina #1]

21

—Pero qué estoy haciendo, es una tontería. No creo que le esté pasando nada malo —dijo Morgan en voz alta, mientras miraba el cielo—. Sería mejor que me vaya, pero también sería mejor ver qué está haciendo —añadió con una sonrisa—. Aunque sería divertido asustarlo como él hace conmigo.

Morgan entró en la casa de Jeff y subió las escaleras, pero cuando llegó a la puerta, dudó un momento. Pensó que sería tonto molestar a Jeff y estaba a punto de darse la vuelta y marcharse cuando escuchó un ruido extraño.

—Qué extraño —dijo en voz baja.

Morgan se acercó a la puerta y escuchó con atención. El ruido parecía venir de la habitación de Jeff. Con mucho cuidado, abrió la puerta y asomó la cabeza para ver qué estaba sucediendo. Morgan estaba muy sorprendido al ver a Jeff llorar.

—Cierra tu puta boca.

Le golpeó en la boca, haciéndole escupir sangre.

—Tus padres no están, estamos solo los dos

Le quiso bajar los pantalones, pero el intentaba detenerlo a la fuerza, pero era más fuerte que Jeff, Morgan se acercó al mueble para agarrar la laptop, pero cuando se volvió hacia Jeff, algo extraño sucedió. Se abalanzó sobre el hombre y lo golpeó con todas sus fuerzas en la cabeza. El hombre cayó al suelo, aturdido y confundido.

—¿Qué mierda fue eso? —dijo Morgan, muy molesto, mientras se acercaba al hombre para seguir golpeándolo en la cabeza.

—Morgan —dijo Jeff, tratando de hablar, mientras trataba de detenerlo.

Morgan estaba tan fuera de sí que no escuchó a Jeff y continuó golpeándo al hombre. Jeff estaba sorprendido y aterrorizado por lo que estaba sucediendo. Nunca había visto a Morgan así. Finalmente, logró agarrarle las manos y detenerlo.

—Morgan, ¿qué estás haciendo? —preguntó Jeff, tratando de calmarse a sí mismo y a Morgan.

Morgan parecía estar confundido y desorientado. No parecía darse cuenta de lo que había hecho.

—Lo siento, Jeff. No sé lo que me pasó —dijo Morgan, con lágrimas en los ojos.

Miró al hombre y, abriendo los ojos, estaba muy sorprendido. No sabía lo que había hecho antes de gritar. Jeff se lanzó a él para taparle la boca.

—Abuelo, será mejor que estés calmado —dio un gruñido—. Tenemos que salir de aquí.

Salieron del cuarto, pero vio cómo se abría la puerta. Al ver que era su madre, tenía que sacarlo de ahí. Entró a la sala.

—Mierda.

Si ella entraba a la sala estaría perdido, porque Morgan tenía sangre y seguía agarrando la laptop ensangrentada. Al ver a Morgan, estaba muy preocupado.

La mujer se dirigió a la cocina. Al ver eso, salió del lugar para ir a la casa de Naria.

Mientras se dirigía a la casa de Naria, Jeff intentaba procesar lo que acababa de suceder. Estaba aterrorizado por la forma en que Morgan lo había atacado, y no sabía qué hacer o decir. Cuando llegaron a la casa de Naria, entraron directamente al sótano.

—¿Qué demonios está sucediendo, Jeffrey? —preguntó Naria, al verlos entrar.

—No lo sé —respondió Jeff, con la voz temblorosa—. Morgan... Morgan lo atacó. Lo golpeó en la cabeza varias veces y no sé por qué.

Naria parecía tan sorprendida como Jeff.

—Esto no tiene sentido —dijo ella—. Morgan nunca ha sido violento antes. ¿Estás seguro de que no hubo nada que pudiera haberlo provocado?