Archie y Verónica se quedaron extrañados mientras Jughead se iba a hacer algo por la familia que se había ganado.
Por otra parte, Betty estaba en una lucha con Ethan. El niño no había parado de llorar desde que Jughead se fue, hasta casi ahogarse con su propio llanto.
Ella intentaba dormirlo, conteniéndolo entre sus brazos al borde de la cama.
—Ya bebé, no llores corazón. Tranquilo— Intentó calmarlo, besando su frente.
—Papi, quiero papi— Pidió Ethan, llorando en voz baja, casi dormido.
—El no es tu papi amor. Vas a estar bien, por favor duérmete amor— Le pidió Betty a su hijo, intentando contener el llanto.
Finalmente Ethan se quedó dormido y Betty lo dejó sobre la cama, besando su cabeza para salir de esa habitación.
Se dejó caer en el piso, se abrazó a sus piernas y lloró como niña pequeña en ese pasillo, rota y dolida. Sentía que una vez más se estaba hundiendo en ese agujero que la consumía por dentro y la destruía.
Sentía náuseas, sentía mareos, pero nada de eso se comparaba al dolor que sentía muy dentro de ella, su alma y corazón heridos y agonizando en una miseria que no quería terminar.
¿Y si ella misma se estaba provocando todo eso? ¿Si ella misma estaba alejando a las personas que amaba? No lo sabía y lo único que quería era evitar que alguien más caiga en su agujero.
—Betty— La llamó una voz que conocía perfectamente bien, tocando la puerta con insistencia. —Betty, por favor abre, te lo suplico—
Betty salió de ese agujero existencial en el que se había sumergido y levantó la cabeza, pensando que tal vez esa voz fue obra de su subconsciente, pero la escuchó ahora más clara y firme.
—Betty por favor. Será rápido pero por favor abre— Suplicó Jughead, volviendo a tocar la puerta.
Betty suspiró, cansada y aburrida y se puso de pie. Tuvo que agarrarse de la pared por un mareo que sufrió, pero aún así se acercó a la puerta y la abrió, encontrándose con la mirada penetrante de Jughead, con unas bolsas en mano.
—¿Que quieres? Se supone que ya llegamos a un acuerdo— Le recordó, pasándose una mano sobre la cara, cansada.
—Lo se, pero estoy preocupado Betty. ¿Y Ethan?— Le preguntó, buscando al niño con la mirada dentro del apartamento.
—Está durmiendo. ¿Que es lo que quieres?— Preguntó la ojiverde.
Jughead tomó aire, sacando dos paquetes de la bolsa que traía y mostrándoselos. —Solo quiero que salgamos de dudas—
Betty se fijó en esos paquetes y abrió los ojos como platos cuando vio que eran dos pruebas de embarazo.
—¿Acaso pretendes que yo haga esto?— Le preguntó, señalando las pruebas de embarazo.
—Amor, es lo único que te pido, para salir de dudas. Por favor— Suplicó.
—No lo haré porque no estoy embarazada Jughead. Ya te lo dije— Aseguró.
—Es solo para salir de dudas Betty por favor, por favor háztelas y me iré. Me iré y no me volverás a ver por aquí a menos que tú quieras. Por favor...— Insistió.
Betty suspiró, rendida. —Bien— Tomó las dos pruebas de embarazo. —Voy a hacerlo. Tu espérame por aquí—
—De acuerdo, y hazte las dos, por si acaso— Pidió Jughead, entrando a la sala del apartamento.
Eso hizo la rubia. Fue al baño y se hizo las dos pruebas de embarazo. Ella tenía miedo, porque sabía que las probabilidades de estar embarazada de él eran muy altas, solo que no quería darlo a demostrar ante el.
Solo quedaba esperar.
Eso era lo que estaba haciendo Jughead. Se sentó en el sofá de la sala a esperar ese resultado.
Sentía muchas cosas. Sentía miedo, sentía emoción y sentía muchas otras cosas que no lograba entender. ¿Qué pasaría si Betty en realidad estuviera esperando un hijo de él? Ethan tendría un hermanito, él tendría ahora un hijo con su sangre. ¿Qué pasaría entre ellos dos?
El tiempo se le estaba yendo en eso, pensando. Se fijó en su reloj y vio que ya habían pasado casi cinco minutos y Betty no decía nada.
Estaba preocupado y por eso no lo pensó para entrar al baño en el que ella estaba a averiguar qué estaba pasando.
La vio ahí, apoyada sobre el lavamanos, llorando en silencio con las dos pruebas en mano.
Él se acercó y puso una mano sobre su espalda, acariciándola. —¿Que ocurre, preciosa? ¿Qué tienes?—
Ella no le respondió y continuó llorando, y entonces Jughead las vio. Las dos pruebas de embarazo estaban positivas y ahí entendió por qué Betty estaba tan deprimida ahora.
Su corazón latió con fuerza y los nervios se apoderaron de él. Ahora llegaría un hijo de los dos al mundo, pero él no sabía como sentirse al respecto y pensaba que a lo mejor Betty no estaba preparada para un segundo hijo.
Jughead suspiró, aún acariciando la espalda de la rubia. —Oye, está bien, está bien. Yo... yo estoy aquí y vamos a... vamos a enfrentar esto juntos. ¿Si?—
—No...— Negó ella, mirándolo con los ojos llenos de lágrimas. —Tengo un hijo de dos años Jug. Ethan aún es pequeño y me necesita. ¿Que voy a hacer con dos bebés? ¿Por qué tenías que arruinarlo? ¿Por qué tuviste que hacerme esto?—Preguntó.
—Yo no quería que esto pasara, Betty. Yo no busqué dejarte embarazada. Aún estoy analizando el momento en el que pudo pasar esto. ¿Si? Tranquila— Intentó abrazarla.
Betty se separó, mirándolo. —No quiero que me toques. ¿Que se supone que vamos a hacer ahora?—
—No lo se. Pero ese hijo que ahora llevas ahí es mío. Ethan también es mío aunque no lleve mi sangre. ¿Sabes por qué? Porque lo amo y daría mi vida por él si fuera necesario. Y si puedo amar a Ethan así, te aseguro que así también puedo amar a ese hijo nuestro que llevas dentro— Expresó Jughead.
Betty tomó aire, bajando la mirada. —Yo... no lo se, Jug. Necesito... necesito pensar esto. Estoy muy abrumada en este momento y no se que hacer—
—Está bien, yo también estoy algo abrumado— Admitió, encogiéndose de hombros. —Pero creo que necesitamos un tiempo para pensar mejor en que vamos a hacer—
Esto ha dado un giro extremo 😳En fin... nombres para el bebé aquí 🤗👇🏻
Samy ❤️
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Un Tesoro Inesperado •Bughead•
FanfictionUn chico solitario y sin rumbo y una chica rota se conocen, y juntos encuentran su tesoro inesperado de una manera que no imaginaron.