Al día siguiente, Betty despertó feliz y satisfecha después de una noche a otro nivel con Jughead. Era la primera vez que de verdad se sentía realmente segura con un hombre, así.
Pero al estirar su brazo no sintió al ojiazul y eso la llenó de decepción y algo de desilusión.
Se levantó de la cama, se vistió y fue a ver a su hijo, como todas las mañanas menos los días en los que era Ethan quien la despertaba.
Fue a la habitación en la que dormía el pequeño y no lo vio ahí. Sintió que su corazón se detuvo por un momento hasta que escuchó al niño reír en la cocina. Una risa acompañada de la de un hombre muy conocido por ella.
Fue a la cocina y lo que vio le provocó unas inmensas ganas de llorar, pero llorar de la felicidad y emoción.
Jughead estaba alimentando al niño mientras éste estaba sentado sobre la encimera de la cocina, feliz.
La imagen perfecta de lo que podría ser un padre y un hijo.
—¿Qué están haciendo?— Preguntó Betty, acercándose a ellos en la cocina.
Jughead la miró y sonrió. —Genial, despertaste— Se acercó a ella y besó su frente.
—¡Mami!— Chilló Ethan, abriendo sus brazos.
—Hola amor. ¿Que haces despierto bebé?— Le preguntó Betty, acercándose a él y abrazándolo.
—Joget— Contestó, señalándolo con una sonrisa traviesa en su rostro infantil.
Jughead se encogió de hombros. —Estabas dormida y no quise despertarte. Fui a mi casa, regresé y el pequeño estaba despierto. Aproveche e hice el desayuno— Señaló el pan tostado que había preparado junto al jugo de naranja. —Vitamina C por la mañana—
Betty negó con la cabeza y con una sonrisa. —No debiste—
—¿Como que no? Ahora no hay excusa que me puedas poner porque ahora eres mi novia— Le recordó, acercándose.
—¡No Joget!— Chilló Ethan. —Mi mami—
Jughead y Betty soltaron una risa, mirando como se enojaba el niño.
—Oh vamos Ethan... ¿No quieres compartir?— Le preguntó el ojiazul, acercándose y tomándolo en sus brazos.
—No— Negó.
—Mi niño celoso— Dijo Betty, acercándose al menor y besando su frente.
Jughead sonrió, con una sonrisa algo nostálgica. —Betts... yo... yo tengo que irme. En un rato debo dar clases en la universidad—
Betty asintió, con una sonrisa. —Descuida. Yo tengo una videoconferencia más tarde–
—No... Joget se queda— Exigió Ethan, aferrándose a él, amenazando con llorar.
—Bebé, Juggie tiene trabajo y mami también— Le dijo Betty, tomándolo en sus brazos.
—Yo vendré a verlos desde que termine o quizá salgamos. Nos vemos Betty. Aún no creo que seas mi novia— Admitió, acercándose y dejando un pequeño beso en sus labios.
Betty sonrió mientras el niño se aferraba a su cuello. —Tampoco puedo creer que seamos novios. Cuídate Jug—
—Cuídense Betts. Tu cuídate y pórtate bien, pequeño— Le dijo el ojiazul al niño, besando su cabeza.
Jughead se fue después de regalarle otra sonrisa a su ahora novia y al pequeño hijo de ésta, y se fue a su casa para prepararse para el trabajo.
Sentía que algo le faltaba cuando no estaba con ellos, que no estaba completo. Otra vez ese hueco aparecía, pero al menos ahora tenía la relación seria que tanto quería con ella.
Salió a la universidad, llegó al campus, estacionó el auto y cuando entró al salón de clases, lo hizo con una enorme sonrisa, mirando a sus estudiantes.
—Muy buenos días muchachos— Saludó a los alumnos, sentándose sobre su escritorio con una sonrisa.
Los alumnos le respondieron y lo miraron, extrañados, porque se veía que estaba de mejor humor que nunca.
—Se ve muy feliz hoy, señor Jones— Admitió un estudiante.
—Así es, Miguel. Hoy es un día hermoso. Digamos que... dormí bien— Admitió, poniéndose de pie para empezar con su clase.
El día transcurría normal. Jughead estaba dando sus clases con una energía y una vibra diferente. Se notaba que estaba muy feliz.
Finalmente él dio su receso y salió del salón de clases, agarrando su celular y haciéndole una videollamada a Betty, pero ésta no contestaba.
Tenía más de media hora libre por ahora, e intentaba hacerle la llamada a Betty, pero ella no respondía.
—Hey viejo...— Lo llamó Archie, acercándose a él y poniendo una mano sobre su hombro. —¿Crees que el receso alcance para ir a comer algo afuera?—
—No lo se, Arch. Estoy tratando de comunicarme con alguien— Contestó, aún marcando al número de Betty sin obtener respuesta.
—¿Betty?— Preguntó, alzando una ceja.
—Si— Afirmó, aún marcando a su número. —Dios, Betty. Responde...
—Ve a su casa— Sugirió Archie, encogiéndose de hombros. —Eso es lo que hago cuando mi chica no me responde las llamadas—
—Tenemos que dar clases en media hora Archie— Le recordó, poniéndole mensajes a Betty sin respuesta, frustrado.
—Yo solo decía— Contestó Archie, divertido.
En eso Jughead recibió una llamada de Betty y soltó un suspiro de alivio, tomando la llamada de inmediato.
En la llamada...
—Betts... que bueno que me respondes. Ya me estaba asustando. ¿Pasa algo?— Preguntó el ojiazul.
—Lo siento Jug. Es que... tuve que salir rápido y no pude tomar el celular. Tuve una emergencia— Respondió.
—¿Una emergencia?— Preguntó Jughead, ya preocupado. —¿Cual emergencia? ¿Estas bien? ¿Pasó algo con Ethan?—
Betty suspiró. —Ethan se enfermó de repente, no se. Se le subió la temperatura y estaba llorando sin parar. Lo traje de inmediato y estoy con él en el hospital—
Jughead suspiró, ya también preocupado y asustado. —Voy para allá—
Fin de la llamada.
Él colgó antes de que ella pudiese decir algo y miró a Archie mientras éste lo miraba a él.
—¿Era Betty?— Le preguntó el pelirrojo.
—Si, Ethan está enfermo— Respondió, algo nervioso. —Archie, por favor diles a mis estudiantes que tuve que salir por una emergencia. ¿Si?—
Archie asintió. —No te preocupes amigo. Ve tranquilo y que el pequeño se mejore—
Jughead asintió, dándole un abrazo rápido para salir corriendo del campus y entrar a su auto para correr al hospital.
Su corazón estaba un poco acelerado, estaba asustado.
Le asustaba que algo malo le pasara a ese pequeño.
🥺 tan tierno el Jug 🥺❤️Samy ❤️
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Un Tesoro Inesperado •Bughead•
FanfictionUn chico solitario y sin rumbo y una chica rota se conocen, y juntos encuentran su tesoro inesperado de una manera que no imaginaron.