¡Monstruos contra mi!

¡¿Hackers?! ¡Imposible!

—¡ENERIA!—Escucho por última vez antes de abrir los ojos y darme cuenta de que sigo flotando en el agua.

El aire se me está a punto de acabar, así que rápidamente miro hacia arriba y veo un gran barco sobre mi cabeza <<Mi salvación>>, pienso. Con mis fuerzas, un poco más aumentadas que antes, nado velozmente hacia él y cuando estaba a punto de llegar hasta arriba del agua, escucho un ruido proveniente debajo de mis pies, por eso tomo la mala decisión de mirar hacia abajo. Veo a un enorme ojo rojo que me está observando, no llego a alcanzar a ver arena, solo un fondo negro y profundo que acompaña a ese enrojecido círculo junto con enormes tentáculos que se mezclan con ese fondo negro a la perfección. Es escalofriante y lo raro es que no se mueve nada, ni ataca, pero ese ojo basta para dejarme la sangre helada y hace que pegue un grito debajo del agua, que me saca por completo el aire restante, obligándome a sacar la cabeza fuera de este.

Al llegar a la superficie hago rápidas y profundas respiraciones, no solo por mi falta de aire sino también por el hecho de pensar que bajo mis pies se encuentra el rey Taimer observándome… Aunque me intriga el hecho de que no me esté atacando…

Pero mis pensamientos son interrumpidos, ya que escucho que algo se cae al agua detrás de mí, giro la cabeza para ver que una cuerda aparece junto a mí. Miro por encima de la cuerda y me doy cuenta de que esta fue lanzada por los militares junior de mi clase, que se hallan en la gran nave que vi cuando me encontraba debajo del mar, me siento feliz de verlos bien.

Agarro con todas mis fuerzas esa soga y tiro de ella para que así pueda entrar a la nave, mientras poco a poco me voy alejando del agua, yo sigo con mis largas respiraciones que poco a poco van disminuyendo… Pero mi mente sigue centrada en el Taimer << ¿Por qué no atacas? Tu mirada dice que quieres hacerlo…>>

Luego, cuando estaba dentro del barco, todos los militares junior de mi clase me abrazan, parecen muy preocupados por mí, ya que me abalanzan un montón de preguntas que no me dispongo a responder y con cariño les dedico una sonrisa.

—Tranquilos chicos, estoy bien… Y por favor podrían soltarme, me están asfixiando. —Les digo, mientras mi cara se vuelve morada, ellos se dispersan y continuan con sus asuntos, solo queda una persona parada junto a mí. Tengo las esperanzas de que fuera Lorens, pero no fue así…

La persona que se encuentra parado a un costado mirándome es “El gran líder”, al cual le dirijo una fulminante mirada llena de rabia.

Él es el comandante de todos los militares existentes del país, bueno, aunque en este momento la verdad es que me olvido completamente cuál es su posición como militar, simplemente me dejo llevar por mis emociones.

—¡¿Cómo pudieron habernos dejado abandonados en esa isla?! ¡Podríamos haber muerto!—le grito mientras me acerco con los puños cerrados.

—¡¡¡Capitana Eneria, tranquilícese!!! ¡¡¡Yo no decidí nada de esto!!!— me grita él todavía firme.

—¡¿Qué me está queriendo decir, Gran líder?!—digo ya controlando más mis emociones, las cuales están pasando de ira a miedo.

—He dicho…—continua el líder—Que ni yo ni nadie, tenía planeado nada de esto. No lo sabemos todavía bien, pero… Parece que alguien está hackeando la base madre.—

—¡Es imposible! La base suprema es inaccesible para los hackers, es-esto no tiene sentido…—

—<<Imposible…>>—pienso

La base madre es el lugar donde todos los militares del país asisten, donde están las armas, los entrenamientos, todo lo que tenga que ver con lo militar, es imposible que hackers entren allí.

—Es la única opción que queda—dice el gran líder —no hay otra explicación, nosotros los estábamos esperando en la isla correspondiente y cuando nos dimos cuenta de que no habían llegado, nos resultó extraño. Luego revisamos una vez más las coordenadas que les habíamos enviado y resulta que alguien las cambió y les puso una de las islas más peligrosas del país, además que la señal de comunicación con ustedes se cortó completamente y por eso no nos pudimos comunicar, entonces decidimos formar una búsqueda y recién ahora los hemos encontrado… Lo lamento mucho.—

Me quedo en shock, es demasiado que procesar, no sé cómo reaccionar…

—Ahora iremos a la base suprema y seguiremos hablando allí con los demás superiores, de seguro ellos habrán descubierto más cosas. Ahora mejor descanse, capitana, nosotros nos encargaremos de llevarlos allí—dice poniéndome una mano en el hombro para intentar consolarme.

Unos momentos después, un militar que se encuentra cerca me lleva hasta una pequeña habitación, en la cual había una cómoda cama. Dentro me encuentro a Lorens durmiendo en la parte baja de una litera, es muy tierno cuando duerme.

—Capitana junior Eneria, le recomiendo no molestarle, ya que está muy agotado y herido; debe descansar, pero es un chico muy fuerte, a la mañana siguiente seguro estará como nuevo—me dice el militar que me trajo hasta aquí.

—Por supuesto, le dejaré dormir, ya ha pasado por mucho hoy—contesto con amabilidad.

Me ducho, me pongo ropa cómoda y me acuesto en la cama, juro que me siento realmente agotada, así que no me cuesta dormirme.

A la mañana siguiente me despierto por culpa de un militar que está tocando fuertemente mi puerta
—Ya es hora, Eneria, estamos a punto de llegar a la base madre.—

Me levanto de mi cama toda dolorida, solo para ver si Lorens ya está despierto o no, quiero saber si se encuentra bien… Cuando me dirijo hacia la cama de Lorens, está completamente vacía; y no me resulta extraño, se debe de haber levantado hace ya un tiempo, él siempre se levanta más temprano que los demás para ver el amanecer.

Salgo fuera de la habitación para encontrarlo viendo el cielo desde una barandilla, me pongo junto a él.

—Hola, ¿cómo estás?—pregunto, mientras veo sus ojos que hasta ahora no me habían devuelto la mirada, tenía una cara de preocupación que ni yo tan siquiera conocía de él.

—Sabes, Eneria—Se dispone a hablar por fin—estoy muy mal, me duele el cuerpo entero y ahora resulta que hay alguien que está hackeando la base madre, casi me muero al pensar que el rey Taimer te había devorado y estoy muerto de hambre—Lo miro sorprendida al escuchar sus palabras.

—Lorens, mírame—digo mientras pongo mis manos en sus hombros—Todo saldrá bien. Estoy bien. Somos los mejores militares junior de la historia ¡Cualquier cosa a lo que nos enfrentemos lo sabremos superar! Y si el cuerpo te duele, es parte del oficio, ya te curarás antes de que te des cuenta, te lo prometo—expresé con una sonrisa, él me mira  también sonriente.

—No somos los mejores militares junior de la historia, solo de los últimos cien años.—

Después de ese comentario nos reímos a carcajadas.

—¿Lo ves? Ya se te levantó él á…—No puedo acabar la frase porque él se acerca a mí y me rodea el cuello con un brazo, ya que su otro brazo sigue roto y sin moverse.

Antes de que nos demos cuenta, el barco ya ha embarcado, hemos llegado a la base madre.