¡Monstruos contra mi!

Baile estratégico

Recuerden la frase “si hay dos hay tres ;)”

6:28 p.m:

Y ahora se preguntarán…  ¿Qué hago en el patio de una mansión con un vestido lujoso cuando tendría que estar en la escuela?

bueno, te explico:

Gracias a nuestras investigaciones sabemos que los gemelos hicieron una presentación en el patio de su propia mansión, donde invitaron a montones de personas multimillonarias para mostrar su nuevo invento. Sería como una previsualización de su trabajo, un evento no oficial, el cual no me querría perder por nada en el mundo.

Creo que conociéndome ya se pueden imaginar que estoy infiltrada junto con un puñado de militares, bueno, no sé si se podría llamar “infiltrar” a lo que estoy haciendo porque entramos legalmente como unos invitados más, debido a que Jusilo es el hijastro de un famoso, el cual fue invitado a el evento. Al final logramos acceder sin muchos rodeos.

Apenas pasamos las puertas de entrada que deparan al jardín, Lorens, Quod y yo nos empezamos a dar cuenta en qué punto está el dinero de los gemelos: camaras por todos lados, bebidas carísimas, comida exótica, decorados costosos, todo minuciosamente detallado para esta ocasión “tan especial”.

Cuesta admitirlo pero el jardín de los gemelos es un lugar hermoso, realmente tienen un gusto por la ornamentación exquisito, empezando por los pasillos que son de mármol con líneas carmesíes y en la parte del centro de estos pasillos hay unas rupturas profundas pero poco anchas por las que se conduce agua que proviene de una fuente ubicada en el centro del jardín, funcionando como dispensador automático para las plantas, las cuales en su gran mayoría son arbustos de rosas blancas, negras y rojas. Admirada por la belleza de estas flores me acerco y… ¡sobre ella reposan diminutos diamantes! Dios tiene a sus favoritos.

— ¿Cómo están los demás MJ?— pregunto a Lorens.

— Perfectamente, dicen que solo los castigaron sin patio durante una semana… ah, y también que les debemos un mes de postres en el almuerzo.— comenta Lorens mirando los mensajes que le envían nuestros compañeros de clase.

Para que la base madre no sospechara que han desaparecido tantos alumnos, solamente nos llevamos la cantidad necesaria y a los necesarios (Dalia, Jusilo, Lorens, Quod, yo y cuatro militares junior más), logramos evadir las clases sin sospechas con la mentira de que hubo alguien que tenía angina en una fiesta y acabamos contagiados muchos de nosotros.

Me resulta muy gracioso imaginarme a los profesores enojandose por eso.

7:30 p.m:

Estamos en frente del escenario que se está construyendo unos cuantos metros detrás de la fuente, mirando a nuestro alrededor con disimulo.

— ¿Recuerdan el plan?— pregunta Lorens en susurros mientras se lleva un par de dedos al auricular que tiene detrás de la oreja.Ya ha pasado suficiente tiempo como para ocultarse y pasar desapercibido.

— Afirmativo almirante.— responden los MJ, luego el pelinegro nos mira a Quod y a mí, nosotros asentimo con la cabeza.

— La situación planteada es la siguiente— Empiezo a explicar mientras nos ocultamos los tres en un extremo más apartado—: a las nueve de la noche se subirá un Taimer a un escenario prefabricado que están construyendo en una esquina del jardín. Encima del escenario se le colocará a la bestia el collar que supuestamente solucionará todos los problemas que tenemos relacionados con los monstruos, pero la parte del show que nadie se espera, el gran giro dramático es que ese Taimer se volverá mucho más rápido, más agresivo, más poderoso, liberando una sustancia química que hará iluminar sus venas. Luego de eso los gemelos, controlandolo mediante algún tipo de dispositivo, pedirán la orden a el monstruo de… bueno ya saben… matarnos a todos.

A pesar de no poder ver las expresiones de la mayoría de mis compañeros, noto el nerviosismo, el miedo y la impotencia en sus cuerpos.

— Aunque obviamente nosotros no vamos a permitir eso ¿Verdad?— pregunto animada. Miro la cara de Lorens y Quod que me transmiten con unas leves sonrisas  esperanza y confianza.

— Obviamente vamos a arruinar sus planes.— Escucho decir a Jusilo desde el otro lado del auricular.

— Este plan es perfecto ¡Todo saldrá bien!— Exclama Dalia, mi morena favorita.

— ¡Confiamos en ti capitana!— Oigo decir a los demás MJ, sacándome por fin una sonrisa.

— ¿Están todos en sus posiciones?—  cuestiono recibiendo un sí general.

— Entonces comencemos con el baile.