💣💣💣En un mundo donde los monstruos lo pueden dominar todo, solo los mejores militares pueden salvarnos, militares como yo...⚔⚔
Mi nombre es Eneria, soy una capitana de soldados en entrenamiento ¿Mi objetivo?
Mantener a estos monstruos a raya, mon...
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Es entonces cuando se desata una pelea…
Él se toca la cara al darse cuenta de que tiene un pequeño corte causado por el tenedor que le arrojé, aprieta fuertemente los labios y abre con rabia los ojos.
—¡Cómo te atreves!—grita.
—¡NO¡¡Cómo te atreves tú!—exclamo con rabia.
Se acerca hacia mí y me lanza un puñetazo tan rápido que no me da tiempo a esquivarlo; es directo a mi rostro. Mi ira explota y con ella, caigo en la provocación; también le golpeo haciendo que tambalee, pero antes de caer agarra mi coleta, por lo que ambos nos desplomamos al suelo. Nos estamos fulminando a golpes, patadas y lágrimas mientras algunos compañeros nos intentan separar y otros tan solo se acercan a mirar. ¡Todo es un desastre!
Lo único que quiero es golpear a ese hijo de puta… porque esta ya no es la primera vez que hace malos comentarios dirigidos hacia mi. Es entonces cuando recuerdo todo lo malo que él me ha hecho y los golpes que me propina solo hacen que mi ira crezca cada vez más…
Sangre sale de nuestras narices, que cae hacia nuestra rota y sucia ropa, nos saldrán moretones después de esto, pero en ese momento seguimos matándonos a golpes. Estoy por propinarle mi golpe final, él está preparando su puño para lo mismo, estamos preparados para darnos un golpe simultáneo que se dirigen hacia el rostro de cada uno, pero estos se detienen porque son sujetados por dos manos, las cuales son de Lorens.
—¡¡Ya basta de estupideces!!—grita Lorens, lo que provoca que ambos, no, más bien que todos nos callemos y pongamos nuestra atención en él.
Lorens, con fuerza, nos tironea de la ropa a ambos, haciendo que nos levante tambaleando del suelo; uno en cada mano. Luego nos estira de la oreja a ambos.
—¡Ahora pídanse perdón!—dice con una voz firme—¿Quieren acaso una expulsión por pelear sin autorización?—
Eso es verdad… No importa quién sea yo, si el director se llega a enterar de esto nos expulsará a ambos… Suspiro irritada y arrepentida por lo que iba a hacer…
—Perdón—Le digo resignada.
—Perdón—dice también Jusilo mientras pone los ojos en blanco.Pero…—Continúa en susurros—Ya tendrás mi venganza… En los juegos militares.—
—¿Cómo?—Me quedo extrañada, y antes de que pueda procesar lo que me dice, Lorens nos suelta de la oreja, acariciamos nuestras coloradas orejas. Lorens me agarra fuertemente de la muñeca para así llevarme, prácticamente a rastras, fuera de la cafetería sin mediar palabras, mientras veo pasar rápidamente las caras de sorpresa de los demás militares y el sonriente rostro malvado de Jusilo, al cual le saco el dedo medio.
Unos minutos después yo y Lorens llegamos a la fuente del jardín de nuestra escuela, en donde me limpio mi ensangrentada cara con el agua que se encuentra en esta, a lo que Lorens saca de sus bolsillos un pañuelo, alcohol desinfectante, un poco de algodón y unas curitas. Le miro sorprendida ante tanta preparación, él se encoge de hombros y se sonroja.
