La “Sala Del Pánico" es un lugar oculto en la base madre, en específico es un búnker que hay en el patio del recreo. Este refugio guarda consigo restos de la tercera guerra mundial que se desató alrededor de los años 2030-2040. Casi nadie viene aquí así que está todo polvoriento y con tecnología algo antigua, se supone que no podemos acceder a este lugar, pero nuestros profesores hacen la vista gorda, ya que no tiene nada de malo nuestra presencia mientras que no rompamos nada, ellos confían que seremos cuidadosos.Estoy dentro de la sala del pánico con, irónicamente, un pánico tremendo, muerdo mis uñas mientras que caminó en círculos al frente de una pizarra que yo misma preparé en la que está explicado cada minucioso detalle de mi plan, pero… ¿Funcionará? No lo sé, nunca hay probabilidades del cien por ciento.
— ¡Eneria! — resuena la voz de Lorens con un alegre tintineo mientras baja las escaleras que
dan hasta el búnker, para luego saltarse los últimos escalones de un brinco acabando a mi lado.— ¡Lorens! — grito poco antes de darle un fuerte abrazo.
— Que preocupado me tenias, escuché que te pusieron un red flag y me morí por dentro, por cierto, ¿por qué dormiste tanto?, ¿estas lastimada?, ¿alguien te hizo algo?… — habla el pelinegro hasta que el mismo se interrumpe tapándose la boca — es verdad, no hay tiempo para cháchara.
Sonrió con gentileza, es muy tierno cuando se preocupa.
— ¿Dónde están los demás agentes junior? — Consulto, aunque la pregunta se contesta sola en el momento que empiezo escuchar como los MJ bajan las escaleras con pasos firmes.
Cuando parece que ya han llegado todos, siento como un peso cae sobre mí tirándome al suelo. Al voltear veo que es Dalia abrazándome fuertemente.
— Por dios Eneria nunca más me vuelvas a pegar esos sustos en tu vida. — dice la morena mientras se limpia unas pocas lágrimas entre sus párpados y mejillas, pero manteniendo su
nítida sonrisa, siempre con su sonrisa.La abrazo fuertemente mientras acaricio sus ondulados mechones.
— Tranquila, esto no volverá a pasar. — contesto mientras nos consumimos en un fuerte abrazo en el que apretamos los ojos con fuerza.
Después de dar dos palmaditas en la espalda nos soltamos y abrimos los ojos, cuando me paro por completo veo a Jusilo sentado en las escaleras con los brazos cruzados y una expresión indescifrable en su rostro.
Todavía se me hace raro convivir nuevamente con él como un amigo más, pero creo que a él se le hace más raro todavía, pero, por lo menos en esta batalla, puedo afirmar que será de mis mejores aliados. Le ofrezco la mano con una expresión cortez.
— Tú y tu grupo son bienvenidos a esta misión. Me alegra tenerte ahora como aliado. Y como amigo. — expresó con una sonrisa, él me devuelve la mano y nos damos un firme apretón, luego cuando nos soltamos me acerco a su oído, apretando su hombro.
— Salvaré a tu madre cueste lo que me cueste — susurro y él me aparta también agarrándome del hombro.
— La salvaremos Eneria, todos juntos. — dice mientras lo veo sonreír con bondad por primera vez en mi vida, tiene una sonrisa que ilumina.
— Y bien Eneria, ¿cual es tu plan? — me sobresalto cuando escucho la voz de Quod quien sigilosamente baja las escaleras y se posa sobre el hombro de Jusilo, este hace una mueca de enfado ante el gesto de su primo, para luego moverse con brusquedad, dejando caer a Quod al suelo haciendo una pícara sonrisa en el proceso.
Veo a mi alrededor y todos están expectantes, respiro ondo y me dirijo hacia donde estaba la pizarra.
— Este viernes será la esperada exposición de los gemelos Wonwild y Langhan, los cuales mostrarán delante de todo el mundo su nuevo invento, el cual consiste en unos collares que contienen sustancias que, supuestamente, vuelven a los Taimers seres más razonables, pero después de una larga investigación y análisis por mi parte y gracias a la ayuda del agente Quod. — señaló a Quod con la mano abierta y todos lo miran, el incómodamente me saluda levantando la mano con una sonrisa avergonzada.
Luego les enseño la grabación para que concluyan por ellos mismos lo que pasa. Mis ojos recorren cada rostro los cuales se tuercen con desagrado. Cuando el vidéo acaba, apago la pantalla para continuar hablando.
— El video en si resulta algo perturbador, pero… — la peor parte de todo esto es lo que estoy a puto de decir algo que despues del descanso y el analisis se me cruzo por la cabeza y no puedo negar que, es la respuesta a todo, adopto una vision algo penosa del asunto, poniendo una voz seca y sombria — por lo que he estado estudiando todo este tiempo los gemelos han estado, no intentando averiguar hacerca de una formula para calmar a los Taimers, si no para descontrolarlos todavia más y manipoularlos con unos collares, por los cuales les tiran sustancoias con lo que los mata y tortura poco a poco si no cumplen las ordenes.
Todos se quedan estupefactos, quietos, como si el tiempo se hubiera pausado de repente, nos quedamos así unos eternos segundos, hasta que Jusilo rompe el silencio.
— Malditos desperdicios de humanos. —exclama apretando tanto la mandíbula que veo como una diminuta gota de sangre se le escurre entre los labios y justo cuando esa gota cae al suelo, todos los MJ despiertan de su transe poniéndose a hablar como locos desesperados, gritando y agitandose los unos a los otros mientras los capitanes, almirantes y Quod los intentaban calmar.
Yo los intento callarlos a gritos, pero al ver que nadie me hacia caso golpeo la pared de detras mio con la fuerza necesaria para que suene un estruendo sin tener que romperla, la gente se detiene nuevamente a verme y yo levanto la mano mientras me volteo.
— Estoy hablando — digo algo furiosa, más que nada impotente por la situación que por el jaleo que hicieron. — . Tranquilos todos, tengo un plan para derrotarlos.
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¡Monstruos contra mi!
Azione💣💣💣En un mundo donde los monstruos lo pueden dominar todo, solo los mejores militares pueden salvarnos, militares como yo...⚔⚔ Mi nombre es Eneria, soy una capitana de soldados en entrenamiento ¿Mi objetivo? Mantener a estos monstruos a raya, mon...