space boy ♡ brian may ❜ ✔️

v. old times

✶ 🎸 ⋆｡˚ ⁞ CAPÍTULO CINCO ˚.*ೃ
como en los viejos tiempos
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Después de aquél suceso con "Rogah Taylah" pensé que mi corazón y mente habían dado el primer paso para olvidar a Brian, pero al parecer pasó todo lo contrario. Por una razón muy estúpida me sentía culpable.

¿Puedes creerlo? ¡Me sentía culpable! (Aunque creo que parte de ello es porque con Bri nos contamos todo, y ahora no le había dicho nada).

Me sentí tan tonta con aquél sentimiento que preferí poner toda mi concentración en la universidad, así que actualmente me encontraba muy ocupada tratando de escribir libretos –por gusto personal–, ensayar una obra para niños, leer libros de Shakespeare y hacer un par de informes.

Me encontraba realmente en uno de esos días en los cuales estaba tan tapada con trabajo que sentí que el amor y los sentimientos no podían jugarme una mala pasada. Me sentía como toda una profesional sentada en la cama de mi habitación rodeada de papeles y lápices.

—Hey Bill, ¿Qué vamos a almorzar hoy? —preguntó Rick entrando a mi habitación aún con pijama—. Wow, ¿Por qué tantos papeles aquí, señorita?

—Cállate Blackwood, no interrumpas a la Doctora Campbell; trato de pensar —lo miré un segundo y lo vi reprimiendo una risa—. Una pregunta, si tuvieras que hacer un personaje original, ¿Cómo harías a la protagonista si pertenece a la edad media? En plan, "Girl Power" o media... Inocente —cuestioné mordiendo mi lápiz y levantándome de la cama, tratando de no pisar ningún papel.

—¿Por qué mejor no preparamos el almuerzo y luego discutimos si quieres un personaje plano o redondo, estático o dinámico? —sugirió el caminando hacia la pequeña cocina.

Me encogí de hombros—. Suena bien por mi —mi estómago hizo un ruido extraño—, demasiado bien por mí.

Rick se rió e imitó el sonido, haciendo que lo empujara y riera más fuerte. Entramos a la cocina y fui a revisar el refrigerador.

Vacío.

—Amigo, creo que tenemos un problema.

Rick suspiró y miró el techo—. Olvidé hacer las compras... Agh.

—No te preocupes Blackwood, a mi se me olvidó lavar la loza el otro día —tranquilicé acercándome a él y poniendo una mano en su hombro.

—Lo recuerdo, tuve que hacerlo yo —gruñó pero logró al final sonrió—. Digamos que estamos a mano...

—Sí, podemos llamarlo así. Aunque olvidar la comida es mucho peor, es como cometer una herejía Blackwood —Rick estaba apunto de burlarse de mi comentario, pero la puerta sonó, por lo que me dirigí hacia la entrada.

—¿Sí? —abrí la puerta—. Oh.

—¡Billie! —Una figura alta y flaca pasó sus brazos rápidamente por mi cintura, atrayendome a un muy fuerte abrazo.