Capítulo Catorce

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"Por años, por largos largos años, he intentado darle relevancia a mis problemas, pero luego escucho algo peor, o algo que pienso que es más importante, o mucho más serio... Y todo me lleva a que mis pensamientos, sentimientos y problemas, son vagos y banales.

Nadie en su sano juicio, con esto reconozco que no soy completamente cuerda, comienza a escribir un plan, que de plan no tiene mucho en realidad, para buscar un beso. Las personas deberían actuar, y no planificar tanto. Yo debería actuar, y dejar de ser tan tonta...

Por lo menos no estar con este tipo de planes a la mitad de los veintes. Pero ya que. Hay que organizar este asunto.

#BuscandoUnBeso:

1. Dejar de divagar y enfrentar con todo la realidad.

2. Dejar de leer romance.

3. Ser más empoderada de su vida.

4. Tener mejor autoestima.

4. Dejar de comer pollo y papas tres veces a la semana.

6. Conocer seis personas nuevas al mes.

7. Aprender a bailar salsa.

8. Tener una cita.

9. Quererme.

10. Beso.

Digamos que he avanzado, y digamos que tal vez puedo lograrlo".

Junio, 20 de 2015. Sábado.

—¿Donde está el baño? Me estoy cagando.

Una chica de recursos humanos estaba frente a ella, moviendo un poco las piernas como balanceandose.

>>¿No me escuchaste? Baño, popo.

—Oh, si. Al fondo a la derecha.

—Todos han dicho lo mismo, pero aún no logro encontrar ese puto baño y no quiero cagarme encima.

—Te acompaño —se puso rápidamente de pie evitando pensar en lo extraña de la situación.

La condujo hasta el baño de ese piso que estaba estrategicamente oculto entre pilas de cajas, la chica corrió dentro con un gritito. Joder, que loco.

Para la hora del almuerzo se sentía un poco como un ente, de nuevo estaba dejándose llevar por los sentimientos de tristeza y agonía, y ninguna de sus playlist había logrado animarla los últimos días.

Andrés la había invitado a salir, pero cancelo por un viaje, así que los avances y posibilidades de buscar un beso estaban en pausa. Ahora su cabeza le estaba dando vueltas a una nueva posibilidad, pegarse un cartelito de "Busco un beso", y salir por ahí, a ver si lograba encontrarlo.

—Gracias por lo de hace rato, lamento si te incomode.

La chica de hace rato tomo asiento frente a ella en la pequeña mesa de almuerzo.

—No hay problema... ¿Mejor?

—Si, gracias por preguntar. El demonio ya salio de mi —no pudo evitar reír—. Me llamo Doris. ¿Este lugar es siempre así de lúgubre?

—Soy Agatha. Si, siempre es así.

Miró al rededor y solo una mesa más estaba ocupada, por dos chicos que no hablaban entre sí. Esa zona de bodegas era la más solitaria y olvidada de la empresa. De hecho, había un comedor bonito y agradable en los pisos superiores, pero era para quienes trabajaban en las oficinas, y en el resto del lugar. Los de la bodega eran simplemente los relegados.

Buscando Un Beso [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora