Capítulo Veintidós

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No tengo ni la menor idea de como sucedió, ni tampoco tengo ideas, mi mente está en blanco y mi garganta y boca resecas, pero por alguna extraña razón desperté con el sol pegandome fuerte en la mejilla, el cuerpo entumido, y dormida en el camión con Pablo, sobre el hombro de él.

Pobre cuando despierte debe estar más dolorido.

Se movió lentamente mientras se acomodaba en el asiento, y miraba al rededor, a simple vista solo se veía campo.

¿Como...?

Solo podía recordar que después de su conversación, Pablo le ofreció beber algo, y luego también fumo algo... Y nada más, todo esta borroso. Y definitivamente oliendo a marihuana. 

—Pablo —habla con dificultad ante la resequedad en su garganta— Pablo —intento pasar saliva y moverlo un poco. 

—Sueño, duerme duermo —Se acurruco un poco más contra la puerta del auto. 

—¡Pablo! —el sonido de su propia voz le hizo doler más la cabeza. 

—¿Qué que, qué fue? —se sentó un poco parpadeando rápido. 

—¿Donde estamos y que hacemos aquí?

—Mmm, parece que ser responsables —bostezó y frotó sus ojos somnoliento—. A pesar de todo soy muy responsable, no conduje ebrio a casa. 

—Ya... Pues vamos a casa, que me estoy muriendo. 

—¿Resaca?¿Quieres un chiste para que se te quiete?

—Como me cuentes un chiste ahora te lanzare por la ventana. 

—Amanecimos agresiva ama. 

Julio 20, 2015. Lunes.

Realmente la ultima semana había pasado bastante rápido, era temporada de corte en la empresa y tenía que dedicarle mucho tiempo a los inventarios, muchas horas extras y trabajo nocturno. Lo único bueno seria el bono de de fin de mes, y claro, esta vez se había entretenido un poco con sus nuevas amigas. Pero también de una forma u otra había extrañado a Lisa, desde que entro al trabajo aunque fueran quejas siempre la tenía cerca.

Además que la rutina laboral estaba siendo la excusa perfecta para evitar a su hermana, no quería retomar esa charla sería sobre si sus comentarios la lastimaban o no, y menos ahora que Pam había sumado a las otras dos al asunto. Lo que menos necesitaba era una charla profunda de hermanitas... O quizá si lo necesitas.

—¿Quieres ir está noche a NeónClub? —Mari Pili había aparecido hace unos minutos en su mesa para obligarla a almorzar con ella, Doris estaba en algún lugar de la empresa trabajando como esclava, según sus palabras.

—¿Está noche? Es lunes...

—¿Y? Se pondrá bueno, es noche de dos por uno en tragos.

—Vaya que le hacen promociones a ese lugar.

—Debió ser una gran inversión poner un lugar así en este pueblo sin espíritu. Claro que tienen que promocionarlo, sobre todo con el montón de gente mojigata que hay por aquí.

—Cierto, pero no sé si pueda está noche. Estoy realmente cansada, han sido días largos —la verdad no tenía ganas de ir a ese lugar, no bebería, y menos iría a ver a chicos o chicas mover el culo con poca ropa.

—Bah, no dejes pasar tu juventud volando Agatha, anímate. Quizá podamos conseguír un privado de tu vecinito tendero.

—Menos, no gracias.

—Bah. ¿Por qué no? Hay que reconocerle a Pablo que está bueno.

—No opinaré al respecto —claro que está bueno.

Buscando Un Beso [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora