Capítulo 9: Los magos no saben poner nombres

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ARIADNA

Lo primero que noto al entrar es que el clima es mucho más moderado. En lugar de encontrarme rodeada por árboles, como lo hacía antes, ahora una gran explanada de cultivos se extiende a mi derecha.

-Saaliro Trosac- Dice Lars.

-¿Territorio de meigas?-Pregunta Arthur, él asiente.

-Espera, espera, espera. ¿Cómo que meigas? ¿No me habías dicho que sólo había magos, brujos y hechiceros?-

-Sí, y sólo hay esos tres tipos de portadores de magia. Pero reciben nombres diferentes según de donde sean. Las meigas son del noroeste de la Península Ibérica. Es una zona pequeña pero en su momento muchas se instalaron allí.- Explica Lars.

-Yo creía que las personas mágicas nacían y vivían aquí - Digo aunque hablar de magia todavía me resulta extraño.

-Y lo hacen, pero antes de la creación de Hecatión cada una de las familias habitaba en una zona diferente. Cuando se mudaron aquí cada uno conservó parte de la cultura que había en su país y el territorio fue dividido según esas costumbres.-

Interesante, todo aquí es nuevo una nueva historia, nuevas costumbres, nuevos territorios, todo es nuevo e intrigante.

-Te iré contando lo que necesites saber de camino - Asegura Lars

-¿De camino a dónde?- Pregunto todavía sin saber el destino de nuestro "viaje".

-Al palacio - Dice Arthur señalando a lo lejos, aunque no se distingue nada. Asiento, mientras Lars se acerca a hablar con una chica que está trabajando la tierra.

-Disculpe podría decirme dónde encontrar transporte hacia Tolessirante o cualquier ruta hacia el norte- ¿En serio quién le llamaría así a un sitio?

-¿Vienes de palacio y aún así te atreves a pedir mí ayuda? ¡Fuera de mí terra!- La señora parece estar completamente en contra de la monarquía, me gusta.

-Señora vengo de palacio sí, mas no por gusto. No tuve más opción que crecer allí pero pude tener por seguro que no es mí intención hacerle una visita agradable al Rey - Dice Arthur seguro de si mismo y con total sinceridad.

-Sí no es de tu agrado, ¿por qué vas allí en primer lugar?- Pregunta ella muy segura de sí misma.

Lars está por contestar cuando los ojos de Arthur se tornan blancos. Y por primera vez siento su magia, que carga el ambiente y vuelve el aire denso hasta el punto de que no puedo apenas respirar.

-Crescere- Dice mirando a la tierra y una humareda verde sale de su boca. Raro, muy raro.- Ahora usted no tiene nada más que hacer que ayudarnos, decida por sí misma si quiere tenernos como aliados o no- Dice sonriendo de un modo que podría asustar a cualquiera que no conozca a Arthur.

-Eres...eres un hechicero mental. Es-eso no es posible sólo hay dos personas con magia mental en el Reino y ambas son magos- Dice impresionada.

-¿Y bien?- Pregunta mi hermano ignorando su pregunta.

-En esta zona no hay criaturas mágicas como bien sabrás pero una joven que vive cerca de la frontera con Darif Kahal tiene un carro y caballos que usamos cuando necesitamos desplazarnos por el Reino.-

-¿Cómo y dónde podemos encontrarla?- Pregunta Lars.

-Junto al lago cerca de la frontera, tiene la plantación más bonita que podrás encontrar. Es una bruja, se llama Eris. Decidle que os envía Sabela ella me conoce.-

-Gracias- Dice Lars mientras le tiende un botecito- Escamas de dragón, podrán mantener esta tierra por unos cuantos meses, más si tiene suerte- Explica sonriente.

-Hécate te acompañe joven, Hécate te proteja- Dice a modo de agradecimiento.

Lars se echa a andar separándose del río por fin. Se gira al ver que no lo seguimos y yo hecho a andar a su lado. Él vuelve a girarse para mirar a Arthur, se acerca a el agarra su mano y emprende el camino, con Arthur a su lado esta vez.

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