Capítulo 36: Tradición

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ARIADNA
Después del fallido intento de ritual de Lars, paso el resto de la tarde en la enfermería junto a Arthur. Aprovecho para seguir investigando sobre la magia salvaje.
Astrid considera que este es un momento oportuno para que aprenda magia medicinal así que eso hacemos. Descubro que a pesar de lo que pueda parecer curar cortes es mucho más fácil de lo que podrías pensar, los moratones en cambio son más difíciles.
Astrid me asegura que aprendo muy rápido, a pesar de que siento que cada pequeño paso me lleva muchos intentos.
La enfermera nos hecha nada más se despiertan los chicos, había estado muy preocupada por Arthur a pesar de que me habían asegurado quinientas veces que se pondría bien.
Cuando salimos de la enfermería, Astrid cumple su promesa:
-Los agarims son una especie de alma gemela y personas destinadas. Tiene muchos matices, pero hay un cuento infantil que lo explica bastante bien, posiblemente tengas una copia en tu habitación.-
-Hija- Oigo gritar a alguien- ¿Me acompañarías a cenar?-
-Responde educadamente. -Susurra Astrid.
-¿Y qué respondo?- Pregunto yo, ella se encoge de hombros.
-Sería un placer para mí poder charlar un rato contigo, conocernos - Dice el rey ya más cerca.
Me quedo en blanco, no sé que responder, su presencia me resulta extraña.
-De acuerdo - Respondo dudosa.

Tengo unos minutos para prepararme antes de la cena, Astrid me explica un poco los modales básicos pero no estoy ni de cerca preparada para esto

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Tengo unos minutos para prepararme antes de la cena, Astrid me explica un poco los modales básicos pero no estoy ni de cerca preparada para esto.
Llego al comedor siguiendo las indicaciones que ella me había proporcionado.
El comedor es una enorme habitación con techo abovedado y una enorme lámpara de araña. Grandes columnas de estilo corintio se extienden simétricas por sus paredes. Las grandes vidrieras de la pared a mi izquierda reflejan su dibujo en la pared contraria. Al parecer esa es la firma del arquitecto que diseñó el castillo pues está en todas las grandes habitaciones.
Tomo asiento al lado izquierdo del rey, lo más educadamente posible.
-Me alegra que hayas aceptado mi invitación. De veras estoy muy interesado en conocerte, hija.-
-Es un placer.- Toda esta forma de comportarse se siente muy forzada, pero aún así la mantengo. -Antes de comenzar quiero pedir disculpas por mis modales , no estoy muy acostumbrada a este tipo de cenas.-
-Está bien, es un evento informal, padre e hija.- No logro entender su facilidad para referirse a mí como su hija.
-Entonces, ¿de qué quería hablar?- Pregunto intrigada.
-Solo conocerte un poco, háblame sobre ti-
Me siento como si fuera a exponer un trabajo en la escuela pero intento responder lo mejor que puedo.
-Como ya sabes mi nombre es Adriana y tengo quince años. Mis hobbies son leer aunque intento escribir también. Por culpa de Arthur también me gusta escuchar música y ver Marvel. Amo a los animales, quizá tenga algo que ver con que tenga magia salvaje. Me encanta la historia y arquitectura, así que este palacio me tiene bastante intrigada. Y como descubrirás pronto amo hacer preguntas, a veces ni siquiera puedo controlarlo.-
-Vale, buen comienzo, pero qué tal si a partir de ahora hablas un poquito más despacio, o, y digo esto sin ánimo de ofender, vocalizas más.-
-Lo siento - Digo avergonzada.
-Ni pasa nada. Como ya sabes yo soy el rey de Hecatión y tú padre. Mi nombre es August III, aunque nadie me puede llamar así. Soy el mago más poderoso del mundo, actualmente, y mi magia es la magia de lo salvaje. Practico un deporte que se llama Shalls, que es algo exclusivo de Hecatión.-
-¿En qué consiste ese deporte?- Pregunto prácticamente.  interrumpiendo su presentación.
-Es algo complejo de explicar, pero lo intentaré. Se colocan pociones de humo en la zona de juego, que suele ser un bosque. Se hacen dos equipos, cada uno con dos tiradores, un defensor, un domador y una criatura mágica. Los tiradores intentan destrozar las pociones correspondientes al equipo contrario y los defensores intentan protegerlas. Las criaturas mágicas simplemente corren, asustadas por el humo y el domador debe atrapar a la mascota del equipo contrario. El juego tiene un límite de cuarenta y cinco minutos si las criaturas no han sido atrapadas se cuentan las pociones para determinar al ganador. Se me ha olvidado agregar que todo esto se hace a caballo.-
-¿Qué pasa si atrapas la criatura o revientas la poción que no es?-
-La poción cuenta como si la hubiera roto el otro equipo, la criatura supone la victoria para el equipo contrario.- Hace una larga pausa antes de continuar.- Dejemos los deportes para otro día. Ahora quiero hablarte sobre nuestra magia y nuestra corona. Voy a suponer que tus conocimientos son prácticamente nulos. La corona de Hecatión siempre ha estado en nuestra familia, desde la fundación de nuestro reino la nuestra ha sido la familia real debido a su gran poder. Todas y cada una de las personas de la familia real han llevado un nombre comenzado por "A" para demostrar que siempre somos los primeros. Otra característica es que como la magia salvaje solo se puede heredar si tú padre es mago y si algún antepasados tuyo la portaba y esta es prácticamente exclusiva de nuestra familia.- Guarda silencio, como si esperara que comentara algo, no lo hago.- Ariadna, tú eres la única que puede salvar está tradición -
-¿Qué?-
-Dado que tú hermano es un hechicero sus hijos nunca podrán tener magia salvaje, así que tú eres la única opción.-
Me levanto de la mesa sin decir nada. Cuando estoy llegando a la puerta me giro y le digo:
-Antes de que digas otra gilipollez quiero dejar algo bien claro, si quieres hablar conmigo como un rey primero gánate mi confianza como padre.- 

Corona de magosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora