Corona de magos

Capítulo 59: Yo me entiendo

ARTHUR
Jugamos a cientos de cosas diferentes, las risas de los niños como único sonido en el tranquilo claro. Me siento más feliz y tranquilo de lo que me he sentido en años.
Tardo unos segundos en darme cuenta de que Lars está sentado junto a un árbol, respirando con dificultad.
-Vuelvo en un segundo- Digo a los niños y los dejo jugando solos para acercarme a Lars. -¿Estás bien?- Pregunto nada más llegar a su lado.
-No pienso- Hace una pausa para respirar- Volver a correr- Inspira- En mi vida.
Me siento a su lado sin decir nada más, él se apoya en mi hombro cansado.
-A veces creo que no se dan cuenta de lo grave que es la enfermedad de Cronos- Confiesa -Tengo miedo a que no sean capaces de aceptarlo cuando pase, a lo que vaya a ser de ellos, quiero decir no es que sea una buena figura pero no tienen a nadie más. Ya conoces al padre de Kaiden, a los mellizos los abandonaron en un hospicio nada más nacer, a Zander porque era ciego y a Zaya porque se parecía tanto a él que cualquier podría juzgar a la familia por abandonarlo, Darius tuvo algo más de suerte aunque sus padres se alejaron nada más saber su magia, los de Riker eran amigos del rey y se lo dieron encantados nada más se lo pidió, ni hablemos de los de Sibyl.-
-Yo creo que Sibyl tiene un buen padre- Afirmo y él tarda unos segundos en entender que me refiero a él.
-Lo dudo- Dice y después ambos nos quedamos en silencio.
-¡Qué bonito!- Oigo exclamar a Zaya, levanto la cabeza para ver a qué se refiere pero no está mirando a nada más que a nosotros.
-¿Es tu novio?- Pregunta Riker a Lars, cuando entiende a lo que se refiere Zaya.
-Si es tu nuevo novio, él será mi favorito- Añade Darius.
-Dices eso a todos los novios que le vimos- Le hecha en cara Kaiden.
-Pero este es su agarim, es diferente.- Apunta Zander.
-¿Podéis dejar de hablar de mi vida amorosa como si no estuviera delante?- Pregunta Lars indignado, está colorado como si se avergonzara de algo.
-Tienes que admitir que tu vida amorosa es muy entretenida, es como un libro interminable.- Dice Zaya.
-Como una revista de modelos- Aporta Darius.
-Oh vamos, sois unos exagerados- Afirma Lars
-¿En serio? ¿Cuánto novios has tenido, Lars?- Pregunta Kaiden desafiante.
-Mmm, ¿Denamla?-
-¿Qué mierda de respuesta ha sido esa?- Pregunta Riker, que parece no haber entendido la respuesta de broma.
-¿Sabes qué? No he tenido ningún novio, ninguno, así que dejadme tranquilo con eso, por favor.- Dice Lars ya enfadado.
Zaya parece querer añadir algo más, Kaiden la detiene. -Sigamos jugando, ¿vale?- Los convence.
-Eran solo...solo- Intenta explicarme Lars.-
-No tienes que explicarme nada, ni siquiera éramos nada, está bien, Lars. Apenas recordaba nada de ti cuando esas cosas pasaron, no has hecho nada mal.-
-Sin embargo me siento mal por eso, ellos no significaban nada, no comparado contigo.-
-Lo sé, yo... yo también tuve pareja, tuve una novia en los primeros años de instituto, luego un novio. Pero era raro sabes, nunca nunca sentí nada por ellos. No quería besarlos o cualquier otra cosa, es diferente contigo Lars. Antes odiaba esos besos, me daban asco, contigo es diferente.-
-Tampoco hace falta que exageres-
-No exagero, Lars, es, es simplemente distinto. Supongo que para ti es diferente, tu...tú te entiendes mejor de lo que yo hago.-
-Supongo, realmente no entiendo a que te refieres.-
-Yo..., no hay nada que necesites entender, yo me conozco, sé cómo soy a pesar de que no sepa expresarlo o ponerle nombre. Es simplemente, no soy como tú, ¿de acuerdo? No voy por la calle y pienso, ese chico es atractivo. Simplemente en algún momento después de un tiempo me doy cuenta que lo es.-
-Wow, vale si, lo entiendo, aunque en la vida había oído algo así. Pero no me importa, ¿vale? Sigues siendo Arthur, mi Arthur.-
No contesto nada, solo sonrió, siento calidez en el pecho y se que no son solo mis sentimientos.
-¿Podemos volver?- Grita Darius -Tengo hambre.
-Podemos volver- Acepta Lars levantándose, y teniéndome la mano para ayudarme.
Lars lleva a Sibyl en brazos, que prácticamente está dormida. Después de unos metros Zander comienza a caminar más despacio, golpeándose suavemente contra mi pierna de vez en cuando.
-¿Estás bien?- Le pregunto en voz baja por si le da vergüenza que los demás lo escuchen.
-Es solo, cuando estoy cansado sobretodo ahora que está oscuro también, mi vista empeora. No es que normalmente sea buena pero me entiendo perfectamente, sobretodo con la ayuda de Zaya. Es mi agarim, ¿sabes? Ahora mismo apenas sé por dónde camino, me guío por lo que recuerdo.-
-Debe de ser difícil- No puedo imaginarme lo que es vivir sin apenas ver, aunque bueno, no sé muy bien como funcione su visión. -¿Puedo ayudarte?- Pregunto, ofreciéndole mi mano como si eso fuera de mucha ayuda.
-Gracias- Dice aceptándola -Avisame si hay una piedra o raíz que pueda hacerme tropezar, por favor.
-Por supuesto, Zander.-
Llegamos al palacio a la hora perfecta para cenar, aunque los niños lo hacen en la cocina, a petición del rey. Mala señal, está claro que la cena va a ser de todo menos tranquila para mí. Supongo que es lo que merezco después de haber tratado mal a Ariadna y aún así haber pasado un buen día.