Capítulo 41: ¿Hija?

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ARIADNA

Estoy leyendo en el salón, esperando a que Lars hable con el Rey y Ariadna vuelva al palacio cuando un par de niños irrumpen en la habitación.
No pueden tener más de ocho años, y ambos tiene una complexión parecido, diría que son mellizos. Su pelo es rubio y sus ojos azules, sus sonrisas asimétricas por la falta de algún diente.
Después de unos susurros entre ellos la niña se dirige a mi.
-¿Eres el príncipe?- Pregunta susurrando.
-¿Cómo lo sabes?- Contesto en el mismo tono.
Ella se encoge de hombros, el otro niño habla.
-Eres el único hechicero mental.- Dice como si fuera algo obvio.
-¿Cómo puedes saber eso?-
-Zander es un Aténez - Responde la niña.
-Eh, eso no es así. Yo no soy ciego, solo tengo visión reducida.- Dice el niño enfadado.
-Eso está bien, sabes eres increíble. Puedes ver lo que un Aténez sin ser ciego.- Intento verlo de una forma positiva.
-¡Zaya! ¡Zander¡ Os he dicho que debemos ir al comedor. ¿Qué hacéis aquí?- Grita Kaiden desde la puerta.
-Lo siento pero necesitaba conocer al príncipe, además es amigo de Lars.- Defiende la niña.
-Es su agarim en realidad.- Aporta el niño.
-No sabía que Lars tuviera un agarim, pero eso no es una excusa. Vayamos al comedor antes de que nos pillen aquí.- Ordena Kaiden mientras arrastra a los mellizos hacia la puerta.
Unos minutos más tarde mi padre me hace llamar.
-Lord Lars y yo hemos estado teniendo una pequeña discusión y ambos hemos decidido que tú eres una buena persona para ayudarnos a decidir.- Explica el rey. -Yo he decidido que la seguridad de los portadores de magia mental corre peligro debido a la inminente guerra y por eso he pedido su translado a palacio. Y Lord Lars asegura que reunirlos a todos en un lugar no solo lo convierte en un objetivo y arriesga sus vidas, si no que además los obliga a participar en una guerra que no es suya.-
-No puedo saber hasta que punto el riesgo es ahí fuera, pero si puedo asegurar la seguridad del palacio. Sin embargo esto depende de todos y no es justo para unos niños tener que luchar. Yo consideraría que esta decisión debería ser de los niños y padres y no nuestra. - Decido
-Sin embargo estos niños no tienen padres o bien estos se desentienden de ellos, y la mayoría son muy pequeños.- Explica Lars.
-Entonces muy a mi pesar no creo que haya un lugar más seguro que el palacio.- Concluyo.

Es la hora de comer y me veo obligado a sentarme a la izquierda de mi padre

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Es la hora de comer y me veo obligado a sentarme a la izquierda de mi padre. Lars toma asiento a mi lado, ya que las chicas son obligadas a sentarse enfrente. Una vez tomamos asiento las puertas se abren y un grupo de niños entra y se acomoda en la mesa. Una pequeña niña se detiene en la puerta, Lars se levanta mientras la niña corre hacia él:
-Dada- Exclama la niña desde los brazos de Lars.
-No sabía que Lars tuviera una hija- Susurra Ariadna, aunque siendo ella la frase se escucha perfectamente.
-No es mi hija- Contesta arisco.
Después de eso nadie dice nada, la puerta se vuelve a abrir para revelar al rey, que ocupa su sitio segundos antes de que la comida comience a entrar.
El silencio invade la habitación durante la comida, de no ser por los susurros de los niños, los cuales el rey parece no escuchar. Al finalizar la comida el rey habla al fin.
-Niños, hoy os he hecho llamar e invitar aquí por un único motivo, vuestro profesor y tutor, en algunos casos, se ha mostrado muy indignado con vuestra presencia en palacio. Por eso si consideráis que mi gratitud ha sido solo por mi propio beneficio podéis iros esta misma noche.
-Majestad- Habla Kaiden -No considero para nada que su desinteresada oferta sea por egoísmo. Pero si considero que necesito un motivo para esta repentina oferta.- La decisión y desafío en su voz podrían pasar desapercibidos para la mayoría, sin embargo su mirada dejaba muy claro que las palabras bonitas van a ser la única cortesía que recibas de su parte.
-Muchacho, creo que eres muy joven para entender cómo funcionan las guerras.- Contesta el rey, con tono de advertencia.
-Sin embargo, miles de personas de mi edad han luchado alguna guerra antes de mí. Y, no se ofenda su alteza, pero yo mismo he estado presente en un ataque del Ejército de la leuksna. Corríjame si me equivoco pero eso me da me da cierta experiencia, con la que pocos en esta mesa cuentan.- La pulla es muy directa, pero el rey no la contesta, y deja caer el silencio.
Nos retiramos de la mesa minutos después de eso. Nada más salir al pasillo Ariadna comienza a hacer cientos de preguntas, y para ser sincero yo también tengo muchísimas dudas.
-Silencio, silencio, por favor.- Pide Lars -¿Qué os parece si vosotros dos os venís a la clase que les voy a dar a ellos? Hoy toca teoría y podríamos hablar sobre ese tema.

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