Capítulo 34: Los guerreros Agarim

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ARTHUR
Entrar en mi antigua habitación se siente como una puñalada del pasado. Cientos de recuerdos invaden mi cabeza desde que vislumbré el palacio.
Ver a mi padre, me afectó muchísimo más de lo que creía, a pesar de que en un principio intenté dirigirme a él como si fuera simplemente un rey su conversación no me permitió seguir comportándome de ese modo por lo que simplemente me quedé en blanco. De no ser por la intervención de Lars, él habría visto cuanto me siguen afectando sus palabras, sus recuerdos.
No puedo evitar temer que él interaccione con Ariadna, pero de verdad confío en ella. Me gustaría haber aprovechado este tiempo para advertirla pero de verdad necesito descansar. Sobre todo si a partir de ahora voy a tener que soportar la tensión, el dolor y miedo constantemente.

 Sobre todo si a partir de ahora voy a tener que soportar la tensión, el dolor y miedo constantemente

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Unas horas más tarde me levanto con algo más de energía. Dado que nadie ha venido a buscarme considero que Lars todavía no ha preparado su ritual.
Me acerco a la estantería y agarro un cuento infantil, Los guerreros agarim. El cuento describe de un modo simple que es tener ser un agarim:
"Los agarims son portadores de magia que están  destinados el uno al otro. Pueden compartir su poder, al igual que su dolor y su alegría. Separarlos provoca que su magia se vuelva inestable o prácticamente desaparezca. Una vez admites tener un agarim  todas las cualidades se vuelven más notorias. Y recuerden, los agarims nunca se abandona y siempre permanecen unidos hasta la muerte, sin importar cuántas batallas deban librar juntos."
Todo el cuento es esa pequeña descripción con cientos de dibujos.
No puedo evitar pensar en lo que dijo el Aténez, él tenía razón sobre Lars. ¿Y si lo tenía también sobre esto?
Alguien toca a la puerta, interrumpiendo mis pensamientos. Me acerco a abrir la puerta, para encontrar a Lars al otro lado.
-Mm, hola supongo, emm ¿puedo pasar?- Pregunta dudoso.
-Claro- Digo apartándome de la puerta para que pase.
-Arthur, yo tengo que hablar contigo de algo serio.- Puedo notar miedo en su voz
-Adelante - Respondo sentándome en el sofá de la habitación, él hace lo mismo.
-Recuerdas que te dije que había visto el futuro.- Asiento.- Bien pues la cuestión es que no solo lo vi si no que me quedé atrapado allí. Descubrí que se acercaba una guerra debido al regreso de Alexis y vi como tú hermana, ella- Traga saliva con fuerza antes de continuar.- Ella moría en la guerra por defender a tú padre, Alexis lo atacaba a él cuando lloraba la muerte de Ariadna y el reino se volvía un lugar oscuro. Cuándo me presenté en vuestra casa mi intención era localizarte para que tú derrocaras a Alexis. Pero no había pensado en la posibilidad de que ella fuera tu hermana, por eso cambié de planes durante nuestra conversación. No, no quería obligarte a venir, obligaros pero no se me ocurría otra forma de salvar el reino, de salvar a la gente. Y se que os traté mal, al principio detestaba la presencia de Ariadna y usaba tú antiguo mote para manipularte, así que lo siento.-
Siento como si una oleada de agua fría acabará de caer sobre mí. Me había estado manipulando y ni siquiera me había dado cuenta.
-¿Por qué me dices eso ahora?- Pregunto dolido y enfadado.
-Porque no creo que pueda salir de esta, volveré a perderme en el tiempo al igual que la última vez.-
-La última vez no te perdiste en el tiempo, fue en la casa de Eris, ¿no?-
-No es lo mismo, en esa ocasión estaba intentando ver TU futuro, no EL futuro, en general.-
-¿Y que viste en mi futuro?- Pregunto sin poder evitar.
-Equilibrio. Sufrimiento y dolor en la misma cantidad que amor y alegría. No pude percibir más que sentimientos antes de que me interrumpieras. E incluso algo tan simple como eso me había dejado agotado.-
Me quedo en silencio, procesando todo lo que acaba de decir. Él se levanta y se marcha diciendo: "Lo siento, de verdad, lo siento".


Un par de horas más tarde nos encontramos reunidos en la parte de atrás del castillo, Lars preparando el ritual.
Dibuja un círculo con una mezcla de hierbas mágicas, coloca sus velas (del color de su magia) en cada punto cardinal y rodea a estas con minerales que no sé identificar.
A continuación mezcla más hierbas y minerales en un mortero con agua de luna, en un mortero. Coloca una línea de la pasta resultante en sus muñecas. Por último se coloca su collar (con una lapislázuli) y se sienta en el círculo.
Enciende las velas usando magia primordial, y segundos después todo el círculo comienza a desprender humo azul, que cubre a Lars por completo.
El rey parece disfrutar del cruel espectáculo. Astrid se mueve nerviosa posiblemente planteándose si atacar al rey sería satisfactorio o si detener el ritual tendría alguna utilidad. Ariadna llega tarde y evita mirar a Lars, por lo que supongo que él ha hablado con ella también, bien.
Yo no sé que pensar, por una parte me molesta y duele lo que ha hecho, por otra entiendo su motivación y por una última no quiero que muera, no sin haber podido pasar tiempo con él sin toda la presión y desgracia encima.
El ritual lleva cerca de media hora y nadie puede saber si está saliendo bien, pero puedo notar la preocupación en el ambiente, aunque no la del rey, claro.
Llegado un punto comienzo a sentirme cansado por lo que me siento en el suelo, uno metros enfrente de Lars. Al parecer mi pequeña siesta no compensó la noche en vela pues la sensación de cansancio parece aumentar por momentos.
Y entonces, no aguanto más, me dejó llevar por el cansancio. Siento el golpe contra el suelo mientras mis ojos se cierran. Oigo a Ariadna gritar mi nombre antes de caer en un profundo sueño.

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