ARIADNA
Después de dejar a Sybil en su habitación vuelvo al aula sólo para encontrarla vacía. Mientras camino de vuelta a las habitaciones me encuentro con el rey.
-Hija, quería disculparme por mi comportamiento del otro día.- Dice acercándose a mí.
-Es un buen comienzo, disculpas aceptadas.- Contesto de forma prácticamente automática.
-¿Qué te parece si te doy una visita por el palacio? Hay algunos sitios que estoy seguro te gustarán, la biblioteca, galería y observatorio son simplemente geniales.-
Lo dudo, no sé si termino de confiar en él, sin embargo acepto. Todo el mundo merece una oportunidad, y es mi padre al fin y al cabo. Siempre quise tener un padre y hacer cosas con él, esta es mi oportunidad y la tomo.
-Eso sería genial.- Acepto.
Él me ofrece su brazo, lo que supongo es un gesto propio de la corte. Lo acepto y comenzamos a caminar por los pasillos. De algún modo nos las apañamos para tener un charla trivial por el camino.
La biblioteca del palacio es un paraíso terrenal, cientos de estanterías llenas de libros cubren las paredes, sofás y mesas en el centro de la habitación invitan a pasar cientos de horas en ella. El olor a libro viejo mezclado con el té que acaba de ser servido.
Camino ojeando todas las estanterías, divididas por idiomas y épocas.
-Puedes escoger todos los libros que quieras, si me permites yo mismo te haré un par de recomendaciones.- Comenta el rey, prácticamente había olvidado su presencia.
-Eso sería genial.- Digo y continuo ojeando los libros.
El tiempo pasa rápido, leo varias de sus recomendaciones y hablamos sobre ellos. De algún modo me siento más cercana a él ahora que sé que tenemos algo en común.
No vuelvo a ver a mi hermano y Lars hasta la hora de la cena, cuando mi padre y yo entramos al comedor. Quiero gritarle a Arthur por desaparecer toda la tarde, pero recuerdo que en cierto modo yo también lo he echo.
-Hijos míos- Habla padre poco después de tomar asiento -Me complace anunciar que mañana tendrán el honor de asistir su primer consejo.
-Paso- Contesta Arthur desinteresado.
-¿Perdona?- Pregunta indignado el rey.
-He dicho que paso. Creía que había dejado las cosas claras, no estoy aquí por tí ni por mi estúpido título. No pienso asistir a un estúpido consejo con un montón de aristócratas hipócritas.- Replica mi hermano, este parece ser un tema sensible para él.
-Supuse que dado que tú hermana y tú agarim estarían allí tu también querrías estarlo. Pero siéntete libre, no tienes porque asistir y realmente no me importa si lo haces o no.-
Arthur se queda callado, posiblemente pensando que responder. De algún modo se que sus manos están temblando ahora mismo, quizá lo conozco demasiado.
-Su majestad, ¿me permite hacerle una pregunta?- Interviene Lars, de la forma más educada posible.
-Adelante, Lord Lars.-
-¿A qué se debe la reunión de mañana?-
-Ataques oscuros- Contesta el rey sin especificar más. A partir de ese momento nadie dice nada, cada uno termina su comida para posteriormente retirarse.
Padre me detiene tras la cena con la intención de explicarme cómo actuar mañana, hablamos por más de media hora. Lo cual me impide hablar con Arthur antes de mañana.
Ya en mi habitación y sin ningún sueño decido investigar sobre los portadores de magia sombría. Invierto gran parte de la noche en esta tarea, y me pongo como objetivo descubrir más sobre Alexis. No puede ser tan difícil conocer a alguien a partir del lugar en el que vivió por más de diecisiete años.
Me hago una promesa: Cuando vea a Alexis sabré tanto sobre él que le será imposible hacer ningún movimiento sin que yo lo anticipe.
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Corona de magos
FantasyAriadna odia tener que pasar las vacaciones en Salem. Pero este año parece que las cosas no van a ser tan aburridas. Después de un misterioso encuentro su hermano comienza a actuar raro. Esto la lleva a descubrir numerosos misterios sobre su familia.