TRACE: Forever Us

UNO

—Quiero que vuelvan a dónde pertenecen y dejen esta estupidez Minho—y ahí estaba por milésima vez el padre de Minho tratando de convencer a Minho para que él y Hyunjin volvieran a California y se hicieran cargo de el Clan Hwang, el cual se estaba yendo en picada por la falta de Hyunjin.

—Si vienes a lo mismo, te pido que te retires, hoy es un día importante para Hyunjin y para mí, ya te lo deje en claro, no queremos volver a esa mierda, para salir de ella tuvimos que manchar nuestro nombre y aparte de eso no podemos seguir nuestra vida normal, siempre tenemos a la policia encima por que piensan que nuestros restaurantes solo son una coartada, así que te pido que te vayas de aquí—Minho se levanto de la mesa dando por terminada la conversación.

Minho se dirgió al interior de la cocina viendo como su padre abandonaba el restaurante.

Les había costado tanto abrir un negocio a ambos chicos, después de todo lo que paso en California, se mudaron a Chicago en donde comenzaron desde cero, con ahorros que contaban y que había escondido muy bien, abrieron su primer restaurante "God's menú" el cual para sorpresa de ambos había tenido éxito, más de lo esperado y ahora mismo estarían por abrir el segundo restaurante.

Las habilidades culinarías de Minho, habían sido parte de ese éxito y no se digan las buenas formas de negociación de Hyunjin.

Ambos vivían en departamentos separados pero en mismo edificios, esto debido a que Helen estaba a cargo de Hyunjin, y Minho no quería incomodar.

Los pensamientos de Minho fueron interrumpidos por la host del restaurante.

—Jefe, perdón que lo moleste pero hay un hombre queriendo hablar con el señor Hwang, aunque le explique que el restaurante esta cerrado, insiste en hablar con él—dijo la rubia y Minho fruncio su ceño.

¿Quién buscaba a Hyunjin con tanta insistencia?

—¿Con Joseph?—volvió a cuestionar y la rubia asintió.

—Se hace llamar abogado Lee—Minho no conocía a nadie que fuera abogado y menos con ese apellido.

—Gracias, ahora mismo me encargo de él—le agradecidió y se quito el mantel que utilizaba antes.

Al salir a la recepción de lugar se encontro con el restaurante algo vacío, pues hoy era la inaguración del otro, por lo que este lo cerrarían.

Al recorrer el restaurante diviso a un pelinegro sentado de espaldas quién a su lado tenía dos maletas.

¿Y ahora que había hecho Hwang?

Antes de caminar hasta él, sirvio dos vasos de agua y se encamino hacia la mesa.

—Buenos días, lo siento si le ofrezco solo agua, hoy no abrimos—en cuanto Minho levanto su mirada se quedo congelado, ambos vasos que sostenía se estrellaron en el suelo provocando un gran estruendo por los cristales.

—Oh Dios, ¿Esta bien?—pronuncio Felix pero Minho no se movía.

Entonces su mente viajo a meses atrás, dónde recibió una llamada de Hyunjin, diciendolé que había visto a Felix y que estaba seguro de que no estaba alucinando.

Pelearon tanto por ese tema que decidieron dejarlo de un lado, cuando Hyunjin no volvió a ver al pelinegro, pensó que quiza solo era alguien parecido.

—¿Qué es lo que buscas?—cuestiono Minho directo.

La aparición de Felix significaba solo una cosa, CAOS.

—Ah bueno—titubeo un poco—Mi nombre es Lee Felix, abogado del bufete de la ciudad de Osaka—estiro su mano para presentarse pero Minho solo lo vió sin expresión alguna—Bien—murmuro Felix bajando su mano.

Minho estaba realmente confundido, Felix hablaba como si no se conocieran.

—Te hice una pregunta—insistió Minho impaciente.

—Bien, yo quisiera hablar con el dueño del restaurante—solto algo nervioso el pelinegro.

—Lo estas haciendo—soltó Minho con un tono se rudez.

—Me refiero al otro dueño, Hwang Hyunjin—musito Felix y Minho tuvo que contenerse.

En Chicago, Hyunjin era conocido como Joseph, al parecer Felix sabía muchas cosas.

—No se de que hablas—se levanto Minho para dar por terminada la charla—Soy el único dueño y no conozco a Hyunjin, si no hay más, tengo un día muy ocupado—le señalo la salida y Felix tenía una expresión de confusión.

—Señor Lee, se que hay un dueño más y es urgente que hable con él—Minho, quién le daba la espalda se detuvo, mentiría si dijera que sus nevios no se habían disparado.

Aparte de tener a su padre y al de Hyunjin encima, últimamente tenían amenzas de una organización, aunque aún no sabían de cual, que Felix aparecierá en ese momento, era malo, muy malo.

—He dicho que aquí no hay nadie con ese nombre, ni mucho menos otro dueño, así que hazme el favor y abandona mi restaurante—volteo a verlo y Felix tenía una expresión de tristeza.

Felix no tuvo más remedio que levantarse y tomar sus maletas para salir de ahí, con algo de desepción.

Salió del local arrastrando sus maletas dandole un último vistazo.

No se daría por vencido hasta encontrar a Hwang Hyunjin.