Margaritas. [Auronbowl/Karmaland]

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Luego de la charla con Luzu, Auron no pudo evitar seguir pensando en todo lo que había escuchado del castaño. ¿De verdad las cosas eran así? ¿No era una actuación? No, era obvio que era una actuación, simplemente querían que bajara la guardia, solo quieren esperar el momento perfecto para dar el golpe final. 

Al día siguiente, Fargan era quien estaba en su puerta, esperándolo con una sonrisa. 

¿No estaría Alexby?

—Hey, puerco.— Saludó Auron con una sonrisa. 

—Aurooon, ¿Qué tal todo, tio?—

—Allí vamos.—Respondió Auron, saliendo de su casa y cerrando la puerta.—Entonces, ¿Qué haremos hoy?—

—Tenía unos planes en mente, espero que no te moleste.—

—Sabes que no tengo muchas ideas sobre cosas que hacer, así que acepto sugerencias.—

—Entonces perfecto.—

¿A dónde irían? Bueno, Auron no tenía problemas con Fargan, el era divertido, y en quien más confiaba, se podría decir, al menos estaba en la lista. No tuvo malas experiencias con el, el tiempo con Fargan era realmente divertido, no importa lo que hagan, después de todo, compartían ciertos gusto y pasatiempos, por lo que definitivamente no se iba a aburrir. 

Cuando comenzaron a caminar hacia la dirección desconocida, Auron solo aprovechó ese tiempo para resolver algunas dudas.

—¿Alexby no vendrá con nosotros hoy?—

—No, tiene trabajo en la comisaría, además... Estaba de acuerdo con pasar tiempo solos, después de todo, es algo que todos han hecho.—

—Ya veo, entonces puede que me toque un día con el... Lo tendré en mente.—

—¿Aún sigues tratando de adivinar si hay un patrón?—Fargan preguntó con una sonrisa. 

Cierto, en una de las tantas salidas con Fargan, alguna vez le comentó de lo tedioso que era no saber a quien iba a ver. Pero Fargan no podía ayudarlo en eso, porque el tampoco lo sabía. O al menos no compartía toda la información con Auron. 

—Si, eso trato. Pero es difícil.—

—Ni lo intentes, a veces ni yo se si es mi turno.—

—¿Entonces puede que me estés robando ahora mismo?—Bromeó Auron.

—¡Vaya! Quizás si. Que suerte que me gusta robar, eh.—

Ambos solo rieron, si, no era un mal momento, no era incomodo, y al final, ambos preferían solo dejarse llevar. 

El camino hacía su destino no fue tan largo, y finalmente el psicólogo pudo saber a donde irían esta vez, no era nada más y nada menos que la casa de Fargan, claro debió imaginarlo, después de todo, Fargan no era del tipo de que hacía planes muy elaborados, así que se hacía una idea de lo que harían. 

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