Era apenas jueves, y tal parece que tratar de adivinar a quien vería no funcionaba porque todo su horario y orden fue alterado a gusto de estos, lo único que pareció igual por un momento fue con Lolito, pero no tanto.
Esperar en casa fue lo que se quedó haciendo, leyendo un libro sobre leyes, curiosamente a veces leía, no por nada había sido psicólogo y juez, tenia sus estudios completos, aunque muchas veces parecían juicios inventados, si lo quisiera en verdad le pondría empeño.
¿Hacer algo en verdad? Curioso, pero nunca tuvo esa necesidad, todo era risas y felicidad con los otros chicos, los quería mucho, eran especiales y hacían todo mejor.
¿Entonces por qué les hiciste algo tan horrible, Raúl?
A veces le gustaría no haberlo hecho, todo era diferente, incómodo, antes podía escribirse con todos y reírse de las estupideces que comentaban. Ahora no tenia ni un solo mensaje o llamada, se sentía solo y abandonado, a la deriva, solo esperando que alguien vaya por él.
Justamente escuchó la puerta de su hogar, al abrir se encontró a Rubius, no, mejor dicho, se encontró un enorme ramo de rosas en toda su cara... Y atrás, un Rubius.
-¿Qué es esto?-Preguntó Auron, reprimiendo sus ganas de decir alguna mala palabra o mandarlo a la mierda.
Después de todo, según Vegetta, Rubius hizo eso a modo de venganza, para que reflexionara por sus actos, y joder, como odiaba recordar ese día, fue feo.
-Leí por ahí que seguro que con esto no te enfadas mucho.- Dijo Rubius, extendiéndole aun más las flores.
-Quita coño.- Se quejó el psicólogo cuando estas solo se pegaron en su rostro gracias a que las acercó más.
Finalmente terminó por estornudar, y no es que sea alérgico a las flores y su polen, simplemente que cualquiera persona normal que le restregaran en todo el puto rostro un ramo de flores, estornudaría.
-¿No sirvió?-Preguntó Rubius, con cierto tono triste.
Raúl solo suspiro, se guardó sus maldiciones, porque, al final, Rubius estaba haciendo un intento estúpido de pedir perdón por abandonarlo en el bosque, pero, quien debería buscar una forma de pedir perdón era él mismo, debía agradecer eso.
Si lo pensaba demasiado, incluso era dulce como hacia ese intento, Rubius siempre fue así, un tonto, pero siempre quiso a ese tonto, era su mejor amigo, una persona bastante cercana con 2 de IQ.
Pero ni eso lo salvó de ser parte de su colección de juguetes.
-Si, sirvió.-Dijo Auron, agarrando el ramo y entrando a casa, ya vería donde dejar esa mierda, quizás en algún cofre, porque ni en un florero entraba. -Anda, pasa.-
Rubius sonrió, su rostro completo se iluminó. Simplemente asintió y siguió a Auron adentro de la casa, cerrando detrás. Cuando ya estuvieron allí, Auron primero guardó las flores en quien sabe donde, entonces fue con Rubius.
-¿Y bien? ¿Qué haces aquí? ¿Tenías algo en mente?- Preguntó Raúl.
-Quería... Hablar contigo. La verdad si quería dejarte y pensé que era buena idea, soy un tonto, perdona.-
-No, no, mira, déjalo así, ¿Bien? Yo... Yo soy quien debería disculparme contigo. No fue justo que te mintiera y utilizara. Debería ser yo quien planee algo para ti, Rubius. Confiaste en mi y yo... No fui una buena persona contigo.-
-Déjalo así.- Respondió devolviendole sus propias palabras, aun sin dejar de sonreírle.
A veces Rubius podía ser un idiota, pero... También podía ser agradable, comprensivo y sincero. Auron lo sabia, siempre lo supo, pero lo había olvidado.
-¿Quieres que esta vez salgamos a un lugar que no sea un bosque?- Preguntó Raúl.
-Bueno, yo soy el del día, ¿Por qué no vamos a mi casa a jugar videojuegos?-
-Hace rato no hacemos eso.-
-Pues, diría que putear a alguien, pero ya sabes la situación actual.-
Al final se decidieron por ir a jugar, y su día fue tan simple como eso. No se preocuparon por nada más, no hubo un gran problema, simplemente fue un día como en el pasado.
🌼
"Alguna vez, todos fuimos margaritas en este jardín, pero no todos tuvimos los mismos recursos o cuidados...
Algunos fueron pisoteados, abandonados."
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Margaritas. [Auronbowl/Karmaland]
Fiksi PenggemarLas margaritas son el símbolo de la pureza, la inocencia, la amistad incondicional y el amor puro... Todo lo que Auron no era ni tenía en mente hacer.