Auron había llegado a casa de Vegetta, y el de ojos morados se encontraba en la cocina, preparando varios platos, luciendose en lo que se le daba bien, que parecia ser todo.
El psicologo por otro lado, estaba de pie, observando. Samuel le habia dicho que tenía ganas de que probara nuevos platillos que habia hecho, pero la verdad es que era una excusa para amarrar a Auron, todos saben que no hay mejor manera de llegar a alguien que con comida, ¿Cierto?
-Prueba este.-
Dijo Samuel mientras agarraba un pedazo de carne con un tenedor y lo acercaba a la boca del contrario. Claro que Auron no se iba a negar en ser alimentado, y menos con un olor tan bueno.
-¡Está buenísimo, tio!-
-Que va, no es para tanto.-
-Pues yo no tendría problemas para comer esto toda mi vida eh, que está buenísimo.-
Quizás Auron no lo dijo con otra intención más que halagar, pero para Vegetta fue como una especie de segunda intención en sus palabras. Le gustaba preparar comida cuando venia Auron porque amaba ver sus reacciones tan genuinas, y nunca rechazaba la comida.
Tener compañia luego de perder de una terrible manera a personas importantes, le ayudaba mucho, o eso pensaba el de ojos morados.
-¿Sabes? No tengo problemas en cocinarte siempre que quieras, Auron.-
-Debería contratarte de chef, eh. No me tientes así.-
Aunque la idea de estar todos los dias con Auron y prepararle algo nuevo no sonaba nada mal, era algo que se le daba bien y podría ser mejor, solo para recibir sus cumplidos y ver todas sus expresiones.
Cuando Samuel terminó de preparar todo, lo sirvió en la mesa, donde ambos comieron juntos, luego de esto hablaron un rato más mientras daban un paseo por el hogar del de ojos morados.
Sin embargo, Vegetta notaba algo diferente en Auron, como si pensara en algo más... O en alguien.
-¿Te enteraste que Luzu volvió a salir?-Preguntó Auron, buscando conversación.
Pero no fue una buena idea, pues Vegetta no pudo evitar sentirse levemente molesto por eso, ¿Tenían que hablar de alguien más? ¿Por qué no sobre ellos? Pero no diría nada, ser tan celoso no era parte de la personalidad del de ojos morados.
-Oh, sí, me vino a ver hace un tiempo.-
-A mi también. Supongo que quería pasar el rato como antes.-
"Como antes..." Vegetta sabía bastante bien que antes, Luzu y Auron eran muy cercanos, mucho para su gusto ahora que lo recordaba.
-Despúes de mucho tiempo en su casa, claro que iba a querer salir con los demás. -Dijo Samuel.
-Bueno, también me gustaría que volviera el tiempo en las fiestas en tu casa.- Respondió, sonriendo.
-No es necesario una fiesta para que estes en mi casa, puedes venir siempre que quieras. -
-Ya, pero no es lo mismo.-
-¿No te diviertes conmigo?-
Aquella pregunta le tomó un poco de sorpresa, cada vez notaba como este tipo de situaciones le ocurría muy a menudo con los otros. Como si desearan cruzar una línea.
-Es divertido, pero ya sabes, hay cosas que no se pueden replicar tan fácil.-
-Entiendo...-
Auron miró al cielo, era increible la vista tan cercana que tenia Samuel a las nubes, todo gracias a la altura de su hogar.
-Bueno, iré camino a casa. Fue divertido pasar tiempo contigo, Vege.-
Al decir eso, Auron le dió un abrazo de despedida, era algo que Samuel habia comenzado a pedir.
-Ten cuidado de regreso, cuidate.-
-¡Eso haré!-
Tras la despedida, Auron se fue de allí. Samuel por otro lado dió un suspiro rendido. Sabia que Vegetta era su apodo y todos lo conocian así, pero sería grandioso si un dia escuchaba a Auron decir su nombre.
El de ojos morados fue rapidamente a cambiarse con su traje de lobo nocturno. Cada vez que Auron se iba de casa, lo seguía de esa manera para asegurarse que llegaría bien a casa.
Y aunque no era alguien celoso...
Sí fue molesto cuando vió como Auron llegaba a encontrarse con Luzu en su casa.
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Margaritas. [Auronbowl/Karmaland]
FanficLas margaritas son el símbolo de la pureza, la inocencia, la amistad incondicional y el amor puro... Todo lo que Auron no era ni tenía en mente hacer.