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Ambos habian entrado al hogar del psicólogo, aunque Auron insisitió en ir a su consulta porque no se sentía cómodo teniendolo en casa tan de pronto, por no decir que estaba hecha un desastre.

Luzu aceptó, despues de todo no habia sofás en casa de Auron, todos sus adornos y comodidades estaban en su consulta.

Cuando estuvieron cómodos, uno frente al otro, Auron no podia evitar estar nervioso, despues de todo, Luzu no estaba sonriendo o haciendo alguna de sus caras dulces que tanto le gustaban al psicólogo, ahora no era ese Luzu.

-¿Qué hacía Rubius en tu casa?-Preguntó Luzu, sin rodeos.

Aquella pregunta tomó desprevenido a Auron, ¿Estaría molesto o preocupado por eso? Y vaya que ni siquiera comenzó por un buenos dias o como estás.

-Solo pasó por consulta y luego pasamos un rato juntos.-Respondió Auron. -Nada importante.-

-¿Todos los dias?-

Ahora sí fue una pregunta bastante fuerte, ¿Cómo le explicaba que Rubius no quería quedarse solo luego de que Vegetta lo dejara a su suerte? Justamente por su culpa.

-Ha pasado dias malos y solo le estoy dando apoyo, ya sabes, somos amigos.-

Luzu examinaba a Auron, como si tratara de ver más allá de sus palabras, como si tratara de leer su alma, sus intenciones.

-De todas maneras, ¿Hay algún problema con Rubius? Es decir, no creo que solo por él viniste aquí sino fuese nada.- Habló Auron, al ver que Luzu no decia nada.

-Tenía curiosidad. Las cosas en Karmaland están raras.-

-Bueno, siempre estuvieron así.-

-¿Sabes algo sobre lo que está sucediendo, Auron?-

El mencionado solo pudo sentir un escalofrio, la mirada directa de Luzu, el como decía su nombre y preguntaba eso como si lo supiera todo.

-No tengo idea, pero cuidate, por si acaso.-Dijo Auron, estaba acostumbrado a mentir.

-Ojalá creerte. Pero aprendí que no eres de fiar.-

Tras decir eso, Luzu se levantó y salió de allí. Aquellas palabras fueron directos a ser como una flecha contra el psicólogo, vaya que las palabras de Luzu tenían un fuerte efecto en él.

Entendía sus palabras, no iba todo a arreglarse de la noche a la mañana, lo sabia, pero aún así tenía el sueño de que ojalá se cumpliera, volver a tener a su adorado Luzu.

Ahora parecía que era el quien necesitaba pegarse a alguien.

Pero prefirió no molestarse en eso, debía centrarse en otras cosas, como su siguiente paso, hacer que alguien sufra y no él mismo.

Pero antes de pensar en algo más, tuvo de visita a un paciente que habia visto antes... Fargan.




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Ahora era Fargan quien estaba rendido en el sofá frente al psicólogo, parecia que en cualquier momento iba a colapsar.

-No te ves nada bien.-Dijo Auron.

-Ya lo se, Puerco, que ya lo sé, pero es que... Alesby...-

-¿Qué sucedió con él?-

-Está sospechando, quiere saber quienes son los integrantes de la hermandad oscura, y creo que Vegetta ya le dijo todo, ya no tengo manera de librarme.-

En la mente del psicólogo, una divertida idea apareció, entonces sonrió.

-¿Estás seguro que lo sabe?-Preguntó Auron.

-Eso creo. Pero no estoy seguro.-

-Si no hizo nada, entonces no lo sabe aún.-

-¿Qué debería hacer? Vegetta puede decirlo todo en cualquier momento.-

-¿Y si Alexby no se entera de nada?-

-Nada pasaría, pero...-

Fargan pensó en eso, su parte oscura, por lo menos, tuvo una idea entonces, una que no supo que Auron mismo se la habia regalado.

"Si Vegetta nunca llega a decirle a Alexby, no debería de preocuparme. Si yo me encargara de Vegetta..."

-Tengo que irme, gracias por la ayuda, cerdo.-  Dijo Fargan, más animado, pagando los diamantes y saliendo de allí.

Fargan pensaba en un plan infalible. Lo que no sabia era que Auron ya sabia eso.

Y también sabía que no iba a salir bien.



Margaritas. [Auronbowl/Karmaland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora