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Malleus te miraba, algo tensado preocupado que gritarás y salieras corriendo por ver un monstruo delante tuyo.
-.... Uff solo es un dragón - suspirasté aliviada, y Grimm te miro incredulo.
- Enserio Secuaz?! Es un Dragón - dijo Grimm sin creerseló al igual que Malleus ¿No le tenías miedo?
- Grimm no grites, em perdona por interrumpir su sueño señor dragón - dijiste acariciando el hocico de la gran criatura, viendo las pupilas del dragón se dilataban contento, okey su plan no se hecho del todo a perder - vez, el señor dragon no es tan malo-
- pero, pero! - dijo Grimm y tu reiste, el minimo solo infló sus mofletes y se cruzó de bracitos.
- jeje vaya nunca había visto un dragón de tan de serca, tiene unos ojos muy lindos señor dragón! - dijiste emocionada mirando sus ojos y Malleus no podía estar más que encantado en ver que su pequeña fascinación no le tenía miedo - y vaya si que eres grande, si confundí tu hocico con una roca gigante ...-
Te bajaste y empezaste a recorrer su cuerpo para ver que tan grande era, y vaya que si lo era, estaba hecho bolita y aun así era muy difícil rodearlo - Oh por mis alas! Si que eres grande ! Grimm ya viste! -
- Secuaz ya estas lejos no te escuchó - Grimm se trepó ahora la cabeza de Malleus para poder gritarte olvidando por completo que era un temible dragón el que estaba escalando.
Malleus reía internamente mientras miraba como los dos se divertían mirando su gran cuerpo de dragón, era nuevo, que en vez de salir corriendo o gritando al verlo, que lo admiran así de cerca era agradable, sonriente los dejo ser, tu estabas tan distraída que no te diste cuenta que el dragón levanto la cabeza para mirarte mientras seguías recorriendo su cuerpo.
- uy perdón! Jeje me distraje señor dragón - dijiste y extendiste los brazos para que Grimm saltara a tus brazos lo cual hizo - bueno perdoné por despertarlo señor dragón - hiciste una reverencia - gracias por su ayuda, ya lo dejó dormir - le sonreiste para luego tarde ña vuelta con dirección para irse.
Pero escuchaste un bufido y miraste al dragón que te miraba y acercaba su cabeza hacía a ti, no sabías que pasaba hasta que escuchaste como el dragón imitaba una melodía, la melodía que tú cantabas - oh! Me has escuchado cantar? - viste como el dragón asintió.
- oh, y te gusto? - dijiste sonreiste mirándolo y volvió a asentir.
- y quieres que te vuelva a cantar? - volviste a preguntar, y este asintió emocionado - entonces le cantó de nuevo señor dragón - y viste como sus ojos brillaban emocionados, tu solo reiste y como siempre cantabas tu canción aunque no fuera el idioma del valle de las espinas, pero a Malleus no le importaba le encantaba que tu cantaras y ahora directamente a él... Recargo su cabeza en el suelo y cerro los ojos disfrutando la melodía incluso imitando la melodía.
Era tan bonito ese sentimiento que podría acostumbrarse a eso...
