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Kalim no podía ver bien tu cara, pero reaccionaste a tu nombre, nombre de su sultana, ¿Era por eso que no te podía revivir? ¿Porque reencarnaste? O que maravilla! Regresaste!, Es lo que pudo pensar mientras se lanzaba a ti, levantando tu velo y besándote con pasión, congelando por unos momentos tu cuerpo, pero lo empujaste con rapidez, retrocediendo y ahí te pudo mirar mejor...
No eras igual a su sultana, tu tenias el cabello cálido como el atardecer, la piel blanca como la leche y los ojos oscuros cual carbón... Todo lo contrario a su sultana, no lo entendía.
- p..pero mi _____ tiene el pelo negro y. Y la piel cual chocolate?..q.. que está pasando?- el sultán parecía querer llorar al mirarte y tu estabas aterrada sin saber que hacer.
- Kalim, mi sultán cálmense - Jamil apareció detrás de el en su forma de naga, deslizándose por el jardín haciendo que los ojos del sultán se centraran en él - esta seguro que es la reencarnación de su Mujer?-
-solo mi sultana sabe los patrones de las estatuas, sabe como cuidar este jardín... Y sabe como callar a las voces! Y ahora Jamil se callaron! Estan calladas .. ¿pero por qué? ¡¿Por que no luce como mi sultana?! - dijo mirando entre lágrimas a su Vicir.
- ... Kalim, Los cuerpo solo son cascarones del alma, los cuerpos se pudren las almas no... - dijo tomando los Hombros de su sultán intentando calmarlo - no puede esperar que renazca con el mismo cascarón....-
- ... T. Tienes razón... Tienes razón - y el sultán sonrió -que tonto de mi parte créer que vería exactamente como se fué- empezó a reir aliviado por la aclaración de su Vicir y amigo - jaja gracias Jamil, si es otra vida es otro cuerpo! Pero sigue siendo mi sultana no? - miró a Jamil .
- técnicamente si mi sultán - dijo suspirando algo triste, si es la reencarnación de su amada, bueno¿ eso quiere decir que ya no lo necesitara y lo enviará devuelta al averno? Que tristeza cuando ya le gustaba este lugar, y el poder que tenía.
- entonces! Si eres! - te miro nuevamente, pero tú aprovechaste la distracción para salir corriendo tomando a Grimm y abriendo de nuevo el pasillo - no! JAMIL QUE NO SE ESCAPÉ! - Ordeno el sultán y Jamil te empezó a perseguir.
Tu corrías por el pasillo abriendo las estatuas con rapidez, trazando a toda velocidad mientras cargabas a Grimm mientras sentías a Jamil detrás de ti, no podías cerrar las puertas así que solo te tocaba dejarlas abiertas, solo te importaba correr.
-SECUAZ PARA! - de repente grito grimm.
- QUE?! NO HAY TIEMPO - dijiste mientras abrías la última puerta.
-NO SECUAZ ESPERA YA ES DE - pero justamente cuando se abrió la última estatua... El sol de la mañana te dió directamente en la cara, para algunos el sol es símbolo de vida y calidez... Para ti de muerte y agonía ya que al momento que tu piel toco los rayos de este, el ardor como si te hubieran hechado aceite caliente fue instantáneo.
-AAAAAAAAAAH -soltaste el gritó más agudo de dolor e intentaste taparte quemando tus manos también, el dolor era tanto que te desmayaste a los pocos segundos.
-SECUAZ! - Grimm rápidamente te cubrió con su pequeño cuerpo la cara de los rayos del sol, mientras intentaba cubrirte de este con su capucha.... Sin darse cuenta que la víbora ya los alcanzo.
