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Y así empezó la ceremonia, los dos novios entrando, pero lo que llamo la atención de todos era que ambos estaban agarrados de la manos entrando al lugar, estabas nerviosa a más no poder y lo único que parecía calmar tus ganas de gritar y correr era el agarre de Leona, firme pero suave, no te atrapaba, te sostenía, calmando tus inquietudes, entonces solo te concéntraste en su mano, ignorando las miradas, asiendo caso omiso a los susurros.
Pero había una mirada en particular, una mirada llena de ira y ganas de sangre combinada de celos, esa mirada estaba hasta atrás de la sala y pertenecía a Zhira, protagonista de la novela y comandante de la división de las Leonas que le sirven al general y príncipe Maldito, Leona Kingscholar y no podría creer que un hombre tan fuerte e imparable como él, se este casando con una excusa de mujer como tú, definitivamente no estaba feliz pero mentalmente se decía "esta es una farsa, para someter a los inútiles del ejército rebelde que se esta formando, cuando ya termine esto la cabeza de esa mujer terminara rodando, además Leona no amaría a una mujer tan incompetente como ella" claro que sus celos aumentaron demasiado cuando vio como entraron agarrados en la mano, ¿Que diablos planeaba su general? ...
Los dos novios llegaron al altar donde el sacerdote empezó la ceremonia de unión de los dos, para empezar una vida juntos aunque ayer eran desconocidos, mentalmente tenías un lío en la cabeza, tu yo anterior y actual peleaban por que hacer, una te decía correr la otra intentaba calmarte, tu solo querías que todo terminara, pero también que no, sentiste nuevamente el apretón de Leona distrayendo tu mente de la pelea interna, y justo a tiempo para la pregunta que tenías que responder.
- _____ ¿aceptas a Leona Kingscholar como tú marido hasta que la muerte los separé? - el sacerdote te miro y tú te tensaste pero rápidamente respondiste.
- s. Si .. em si acepto - dijiste intentando sonar fuerte y segura pero el tartamudeo otra vez te disparo en él pie.
- Leona ¿Aceptas a ______ Azira como tú mujer hasta que la muerte los separé? - ahora el sacerdote miro a Leona.
- si, acepto - dijo Leona mirando al sacerdote.
- bien ahora son marido y mujer, puede besar a la novia - dijo el sacerdote y tu te tensaste al instante, un beso, AY NO UN BESO, haber ____ cálmate, es solo un beso, nada más ... Entonces porque no te puedes mover? Te quedaste congelada, pero sentiste como Leona tomaba tus mejillas y se inclinó hacia tí, para depositarte un beso en la frente, Leona no es un bruto para obligarte a besarlo si no querías, pero el beso era necesario, así todos estarán contentos.
Leona te miro y soltó una leve risita ya que te habías sonrojado teniendo una nariz roja como un conejo pequeño, nunca creyó que terminaría con alguien tan pequeño y adorable como el animal que te compará, pero no se queja, tal vez, algún día pudieran ser una pareja de verdad y no aparentar.
La gente felicitaron a los novios deseándole suerte en su matrimonio, algunos genuinos... Otros solo para mantener las apariencias, pero la tensión seguia en el aire, por el momento hay que seguir con la farsa, los dos salieron del lugar, al fin solos, al fin sin que alguien los vigilé y pudiendo hablar al fin.
