Todo en la Alberta estaba tenso, María seguía en cama, cuando cobro el conocimiento conto que discutió con Logan y cuando este le soltó la camisa la hizo resbalar de la silla, y que cuando salió a galope, su yegua se disparó entre la nieve, haciendo difícil su agarre terminando en el suelo junto con el animal quien después de caer con ella salió corriendo tras él dejándola en el suelo adolorida y congelada.
-¿Vicente?- la voz de María sonaba en la cabaña donde no recordaba haber despertado la primera vez
-Aquí estoy- su figura se dibujó en la puerta apenas comenzaba a levantarse- con calma, vamos linda, con calma- la tomo cuidadosamente para acomodarle las almohadas- ¿Cómo va la cosa?-
-Creo que dormí de mas, ¿Cómo llegamos aquí?-
-Si seguíamos en la casa terminaría matando a Logan, así que aunque sé que fue imprudente por la tarde después de que se fue el medico te traje para acá-
-¿Cómo están todos?- Vicente torció la boca sin ocultar su molestia- vamos, fue un accidente-
-No lo fue María, fue un maldito berrinche que te pudo matar-
-Creo que quedarnos...-
-Lo sé, demasiado bueno para ser verdad- Vicente repaso su angustiado rostro- pero, estoy seguro que Nashville o Houston, o cualquier lugar será bueno para nosotros- beso su nariz-
Al parecer no tenían más que discutir, María se mantuvo al margen de todo, por primera vez soltó un poco y dejo que Vicente se encargara, sabía que el intervenir empeoraría las cosas y lo último que quería era darle problemas a Logan, solo quería marcharse, las cosas se complicaban, las cosas salían mal, porque al parecer cada vez que estaban juntos todo se comenzaba a desmoronar.
Vicente y Logan pasaron de casi matarse a tener una conversación de adultos, y aunque le costó escucho sus disculpas con atención así como él su historia, al final los términos no fueron buenos, pero fueron los mejores en los que pudieron quedar, aun así logan quería hablar con María, no estaría tranquilo hasta que ella escuchara sus disculpas, cuando vicente salio temprano para concluir con el trabajo pendiente Logan entro a la cabaña, Maria estaba sentada en el pequeño sofá, aun tenia la cara quemada por el hielo y se encontraba agripada.
-Hola-
-Vicente se pondrá muy nervioso si te ve aquí- dijo señalando la silla frente a ella
-Lo sé, pero, queria disculparme como se debe-
-Está bien- levanto los hombros regresando a la taza de chocolate de la mesita-Debí decirte desde que Vicente llego quien era-
-Supongo que jugué mal todas las cartas-
-Yo más bien creo que jugaste cartas y esto era un ajedrez- intento aligerar el ambiente-Molly no se merece que le hagas sentir mal, ella cree que es su culpa, pero ambos sabemos que no, que es nuestra. Díselo, dile que fuimos un par de idiotas, tu por mirarme y yo por no detenerte -
-Yo, yo en realidad no me arrepiento de nada...me enamore de ti, pero sabía que no me corresponderías, lo supe desde que te vi mirar a Vicente, eso me movió el piso- miro el suelo- es verdad que amo a Molly, pero lo que siento por ti también es real-
-Logan, yo creo que nos perdimos en todo esto-
-No lo creo, estoy muy seguro de saber a dónde voy, estoy muy seguro de que no estoy perdido, y que quizá en mi vida siempre busque a alguien como tú- María se movió nerviosa en el sofá- pero entiendo también que no siempre puede ser, y está bien.
-Cuida de Molly ¿Si?- fue lo único que podría decir
Logan asintió sabiendo que no obtendría más de ello, salió de la cabaña sabiendo que quizá sería la última vez que la vería, y estaba bien, de verdad lo estaba, aunque se le rompiera el corazón.
ESTÁS LEYENDO
Las Flores
RomanceVicente y María, una historia que hacía falta contar, el amor y las miradas que se quedaron en el aire y todas aquellas palabras que se ahogaron en el final.