Rodeos

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El regreso a Las Palmas fue lento y bien planeado, la primera en regresar fue María, a quien la recibieron como si fuera la hija prodiga, Belmont se sorprendió de verla llegar así que hizo lo que se le daba bien: investigar.

Logan no estuvo abierto a hablar con Belmont, algo que le encarno aún más la duda, pero finalmente encontró en Lauren las respuestas que buscaba, con ella supo que Logan y María discutieron y que las cosas se pusieron bastante tensas a tal punto que su hija renuncio y decidió regresar.

Eso le calmo la mente, obviamente estaba deseando ponerle las manos bajo sus pies a Logan por atreverse a poner en peligro a su hija, pero eso ya lo solucionaría, su miedo era enterarse de que la razón era Vicente, tenía mucho que había dejado las Palmas y llego a pensar que se habían reencontrado.

-Papi- María lo rodeaba con sus brazos en el desayunador- Buenos días-

-Buenos días princesa- beso sus manos contento- ¿Desayunas?-

-Claro, muero de hambre, ¿Y mamá?-

-Está en el Paraíso, padre de Joselito llego ayer, yo los alcanzare en un momento, pero sabes que detesto la cocina de ese lugar, todo es grasa y masa- frunció la nariz asqueado

-Por eso nunca le caíste bien al abuelo- bromearon- papi, ¿puedo hacerte una pregunta?- asintió tomando un trago de jugo- ¿Aun amas a mamá?- Belmont la miro fijamente mientras ella esperaba la respuesta

Por un momento volvió a ver a esa niña pequeña con trenzas rubias y dientes grandes preguntando cuanto se querían, parecía una eternidad desde ese entonces, ahora era una mujer de ojos azules y hermosa sonrisa, era la luz de sus ojos...

-Aun lo hago, cada vez que la veo sigo pensando que fue bueno esperar, ella fue mi indicada, por eso antes no funciono con nadie más-

-¿Cuántas veces te casaste?-

-Solo una, ya lo sabes, bueno dos contando a tu madre, pero fue diferente, no se...-

-Amor a primera vista- suspiro

-Creo que no fue así del todo, la vi cuando comencé a trabajar con tu tía Alba en La Ilusión, era un completo desastre, con todo el cabello enmarañado, siempre estaba sucia, muy sucia, cuando supe que ella era el veterinario me asombre, no era más alta que tú ahora, y pues en realidad era muy imponente, y muy capaz. Creo que eso fue lo que más me gusto de ella, y después simplemente, un día ya sabes, me descubrí gustando de ella más y más y más, hasta que no pude resistirme y la hice mía... jamás pensé que se quedaría a mi lado, y tu abuelo casi me mata cuando le dije que estábamos juntos, y tus tíos- rieron- pedro hizo todo un escándalo, ella era muy joven, y yo casi tenia cincuenta, fue difícil, pero tú sabes... no estaba dispuesto...- apenas esas palabras estaban a punto de salir de su boca se arrepintió su pequeña niña la miraba emocionado y supo que tenía que retroceder que no podía darle ese ejemplo, porque el que funcionara para ellos no quería decir que lo fuera para ella- María... ¿Aun piensas en Vicente?- Su pregunta la hizo cambiar su semblante relajado, eso no era buena señal- te cuento esto porque al final salió bien, pero, ¿Sabes que Vicente y tu son diferentes a nosotros?-

-Papi, oye...-

-No, María escúchame, tú eres muy joven y Vicente es un jugador, lo sabes, él y la esposa del municipal han estado juntos por años, sin contar el número de mujeres que ha dejado solas en cuantos moteles ha podido, no es de fiar-

-No quiero escuchar esto- María se puso de pie- me haces ver como una tonta, soy tu hija, deberías confiar en mi criterio...- camino hasta la puerta- y no... no te lo pregunte por Vicente, porque lo sé... se a lo que me arriesgo, no soy una niña papá-

Las FloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora