-¿Qué paso?- pregunto Vicente en cuanto entro a la cabaña y la vio sentada en la mesa con una tasa de chocolate en las manos y el labio hinchado-¿Te caíste?- camino directamente a su lado levantando su cara con el índice.
-Yo... bien, siéntate- dejo la taza en la mesa para sentarlo frente a ella sujetándolo de ambas manos- he discutido con Logan-
-¿Se lo dijiste y te golpeo?- se puso de pie sintiendo como esa pequeña ancla lo regresaba a la silla
-No, aun no se lo digo... pero...- titubeo-necesito que estés tranquilo- lo señalo pasando de estar en su silla a sentarse sobre el abierta de piernas en la silla
-María...-
-Shhh...- lo beso- creo que está bastante alterado, intento besarme y yo lo aleje, apenas pude decir nada, salió disparado del lugar- Vicente se puso de pie con ella colgando- ¡Vicente!-
-Bájate-
-No-
-¡María!- la intento jalar pero ella se aferró a su cuerpo- ¿Qué diablos te pasa?-
-Mañana le diré todo, solo necesito que se calme, lo conozco, él no es malo, solo está confundido, y pues... creo que el solo se ha dado cuenta de lo nuestro- lo sintió calmarse- está desesperado- volvió a dejarse caer en la silla con ella aflojando su agarre- Sé que estas molesto, yo también lo estaba, pero...-
-Lo hago por ti- bufo- pero si te pone si quiera un dedo... no es más, si te veo con el cerca, más cerca de lo que debería, lo voy a hacer comer nieve... ¿Entendido señorita?- la joven sonrió con esa hinchazón en su labio, claro que no estaba conforme pero quería seguir su ritmo-Mira nada más, que pendejo...- repaso su labio lentamente chasqueando la boca molesto
Esa noche Logan no podía con su cabeza, no debió tratar de esa manera a María, si estaba lejos de su alcance, ahora, definitivamente no tenía ni una miserable oportunidad de alcanzarla. Lo había jodido y mientras pensaba en ello, esa mujer a la que le juro tantas cosas en el altar descansaba esperando un poco de calor de su parte.
Quizá esa era una señal, sabía que nunca debió mirar más lejos de quien tenía enfrente, y aun así termino por hacerlo, esto tenía que terminar aunque no estuviera listo, aunque muriera de deseo por ella... debía terminar todo.
Por la mañana la última nevada de la temporada llegaba, María y los demás se levantaron temprano para asegurar el ganado, era un trabajo común, pero el que Logan los acompañara no, el ambiente se sentía tenso, apenas si cruzaban palabras y todos podían notarlo, una vez que terminaron todo el rodeo del lugar cerca de las cuatro de la tarde uno a uno comenzaron a salir del rancho para regresar a sus casas, Logan y María regresaban luchando contra la nieve y el viento que parecía ganarles, eran casi 30 minutos a caballo lo que tardarían regresando y Logan moría de vergüenza al lado de la rubia.
-Creo que debemos esperar un momento- María se detuvo sacando el radio con la esperanza de poder llamar a Vicente y que llegara a su encuentro
-Sabes que la señal se va a la mierda en este tipo de momentos- Logan se acercó jalando las riendas de su yegua- María yo...-
-Está bien, se lo que sucede, lo sé, y lamento mucho que las cosas salieran así- contestaba intentando mostrarse serena
-A decir verdad me desestabilice mucho, tu sabes, yo amo a Molly... pero contigo... la soledad es la peor enemiga de los amantes-
-Y que lo digas- suspiro- Solo mira adelante Logan, Molly te ama, y de verdad no creo que una aventura nos deje nada bueno- Logan la miraba acongojado, con la vergüenza en el rostro y la tristeza en los ojos, pero debía darle la última estocada, si lo seguía postergando las cosas no saldrían bien- Logan, ahora estoy con...-
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Las Flores
RomanceVicente y María, una historia que hacía falta contar, el amor y las miradas que se quedaron en el aire y todas aquellas palabras que se ahogaron en el final.