Las muestras de afecto no eran el fuerte de Vicente, nunca lo fueron y estaba muy jurado a que nunca lo serian, pero era 24 de diciembre... mientras miraba ese intento de sorpresa se arrepentía a cada momento, ir a la ciudad no era una opción, así que improvisando con lo que tuvo a su alcance intento hacer una cena decente. María termino saliendo desde el mediodía junto con Tom para cerrar todo, ya que no sería hasta dos días después que volverían, al parecer el hecho de que Vicente estuviera presente le dio un poco de paz al capataz quien antes de aceptar le hizo jurar que le cuidaría. Lo cual le causo bastante gracia.
Cuando María regreso estaba congelada hasta las narices, apenas entro el calor del lugar le hizo soltar un quejido de gusto, miro por el diminuto pasillo que conectaba con la pequeña cocina y lo vio.
-¿Qué haces?- corrió a su lado emocionada, pero el moreno la atrapo en la entrada para llevarla del otro lado del pasillo donde estaba la habitación.
-Ves y cámbiate, después vienes de chistosita...- beso su mejilla y pellizco su nariz
María hizo un puchero infantil, pero corrió hacia el baño, apenas se cambió se incorporó a su lado, como siempre se pellizco un poco, no podía creerlo. Ahí estaba Vicente sentado en la mesa para dos mirando el móvil, con pasta, y un intento de pan de navidad como el que hacían en las palmas...
-¿Hiciste todo...?-
-No, lo mande a traer de las Palmas...- se burló estirando su mano para recibirla-yo hablaba en serio María...- beso sus manos- te quiero hacer feliz cada maldito día...-
Por supuesto que lo había escuchado la noche anterior, pero prefirió fingir que no, en su miedo quiso pensar que si fingía no escucharlo entonces no se decepcionaría de más si todo se iba a la mierda de nuevo. La rubia acaricio el rostro de ese hombre que sonreía nervioso... amaba saber que ese "Vicente" solo lo conocía ella, que era suyo, tan suyo como ella lo era de él.
Y así pasaron esos días, siendo el uno del otro, pronto llegaría Logan y su madre, así que el tema del futuro termino por sacarlos de esa hermoso sueño que parecía ser eterno entre ellos.
-¿Qué va a suceder ahora?- le pregunto Vicente mientras dormitaban-
-No lo sé...- susurro- ¿Crees que debamos volver?-
-A ti te gusta este lugar- dijo sin dudarlo mientras ella asentía- pues podría buscar un empleo cerca, aquí pronto terminare mi paso, y no se...-
-Quizá deba ser yo quien hable con Logan...- dijo dudosa sintiendo como el brazo que la sostenía se tensaba
-Respetare lo que dices, pero no creo que tengas un motivo para aclararle nada...-
-No es como que le contare mi existencia, solo le diré que ahora estoy contigo y que quizá estamos meditando opciones-
-¿Irías a vivir conmigo?- susurro sintiéndose apresurado
-¿Planeabas quedarte aquí y no llevarme a vivir contigo?-se remolineo entre las cobijas hasta subir en él- No es muy listo señor Villaseñor- mordió su barbilla juguetona sintiendo como subía y bajaba en su estómago a causa de la risa- oye en realidad lo que suceda aquí no me angustia tanto- se incorporó un poco para chocar con su azul dudoso- quien me preocupa es mi padre... él, ya sabes...-
-Me detesta... lo sé, lo tengo muy claro-
-Quizá debamos tu sabes, ser discretos, al menos hasta que sepamos que esta vez...-
-¿Durara?- sintió como su costado dolía
-Que será real...- dijo casi en un susurro mirando hacia otro lado con la pena de que nuevamente le soltara en ella
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Las Flores
RomanceVicente y María, una historia que hacía falta contar, el amor y las miradas que se quedaron en el aire y todas aquellas palabras que se ahogaron en el final.