8:00 p.m.
La noche apenas comenzaba y la luz del día aún no había desaparecido por completo.
Mirando por la ventana, la carretera se había convertido en un enorme estacionamiento abandonado.
El sonido de los zombis rugiendo se podía escuchar hasta el desierto.
Off estaba con las manos en el volante y sus ojos ya rojos, sin decir una sola palabra.
Gun se deslizó en el asiento delantero desde el compartimiento trasero e inmediatamente fue recibido por un fuerte olor a nicotina.
No pudo evitar toser un poco cuando habló:
— Cambiemos.
Off negó con la cabeza.
— Has estado conduciendo demasiado tiempo.
Aún se negaba hablar.
Gun se quedó en silencio por un momento antes de decir suavemente:
— No puedes estar así, Phi Off, las personas en estos vehículos cuentan contigo. ¿En quién más pueden confiar si tú también estás deprimido? El autobús detrás de nosotros ya ha cambiado de conductor dos veces entre Tay y Pim.
— Manejar un blindado no es fácil — finalmente Off abrió la boca y habló con voz ronca — El camino aquí es difícil y tenemos que darnos prisa. Cuanto más lejos estemos de la ciudad T, mejor.
Gun estaba a punto de decir algo cuando de repente sonó el walkie-talkie.
— ¡Llamando al auto de enfrente, llamando al auto de enfrente! Capitán, nuestra estación de radio está en silencio y la suya?
La expresión de Off cambió y rápidamente encendió la radio.
Surgieron innumerables chirridos.
No había señal de onda corta.
Los tres soldados en el asiento trasero se despertaron de repente como si sintieran que algo andaba mal. Instantáneamente se alarmaron al ver la fea expresión de Off.
Tocó el transceptor unas cuantas veces, cambiando la señal, pero el canal de comando parecía haber desaparecido en el mar de estática.
La radio permaneció en silencio excepto por los ruidos crepitantes.
Off frenó de golpe y respiró hondo. Abrió la puerta del vehículo y salió.
El minibús detrás de ellos también se detuvo. Los sobrevivientes exhaustos se despertaron de su sueño y comenzaron a hablar uno tras otro.
Tay y Pim también saltaron del bus, sus rostros mostraban claros signos de fatiga.
Off no estaba de humor para tonterías y hablo sin rodeos:
— No podemos conectarnos a la base.
El resto del equipo se acercó y se paró junto a Pim, compartiendo una mirada de temor.
— No hay señales de la bomba nuclear, pensé que se lanzaría a las ocho.
Alguien habló:
— Son las ocho ahora.
— Tal vez hubo un cambio de planes... — razono Pim.
— Si hubiesen cambiado los planes, la base nos habría notificado — Tay la detuvo y explicó — Si se hubiera cambiado a las nueve en punto, la base nos habría ordenado salvar a más personas y habrían enviado más helicópteros. Además, retrasar el lanzamiento nuclear puede hacer que los zombis del centro de la ciudad se extiendan hacia el perímetro. Cuanto antes se lance la bomba, mejor.

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General FictionEn el 2019, un virus estalló y barrió rápidamente el mundo en unos pocos meses. Las comunicaciones se interrumpieron, el agua y la electricidad cesaron, las fábricas de productos químicos tuvieron fugas, las plantas de energía nuclear explotaron y l...