118

Capítulo 70

Comisión Militar

En la gran sala de conferencias, Mac se reclinó lentamente en su silla y miró a los guardias con armas en las esquinas de la sala: 

— ¿Así tratas a tus socios?

Ninguno de los generales respondió, pero el teniente general Noppol contesto con frialdad: 

— No recuerdo que hayamos acordado una cooperación, coronel Mac. Prefiero hablar de que sus hombres intentaron deliberadamente asesinar al preciado portador de anticuerpos. Por cierto, antes de venir aquí, el Instituto no estaba seguro de si la vida del portador estaría en peligro o no...

— No lo está — señalo Mac.

Varias cabezas se levantaron a la vez hacia él, quién solo sonrió: 

— ¿Cigarrillos?

Hubo un largo silencio y cuando el Teniente General estaba a punto de romperlo, un Teniente Coronel lo detuvo con la mirada, se puso de pie y personalmente entregó un paquete de cigarrillos junto con un encendedor a Mac.

Parecía tener poco más de treinta años, con una expresión seria y ojos penetrantes. 

Mac observó la atractiva figura del chico: 

— Gracias, eres muy hermoso. ¿Cuál es tu nombre?

— Tytan — el teniente coronel respondió con frialdad — Usted también es un hombre atractivo, coronel Mac. Pero como ahora estamos en el fin del mundo, le pido que sea honesto y se mantenga alejado de esos trucos inútiles.

El teniente coronel dejó de hablar y se giró para regresar a la larga mesa dejando a Mac sin palabras.

Este sonrió, como si lo encontrará divertido: 

— Relájense, Atthaphan... La persona a la que llaman Gun, no perderá su vida tan fácilmente. A menos que sea mutilado o decapitado, él no morirá — encendió un cigarrillo y se echó a reír — Pero cuando se despierte, avísenme de inmediato, después de todo, es mi hermano y...

— Él es la pareja del coronel Jumpol de mi país — el teniente general Noppol lo interrumpió.

Mac exhaló una bocanada de humo y miró a los generales reunidos en la larga mesa. 

El lado de su rostro, oculto en la neblina blanca de la nicotina, reveló un contorno borroso e indistinto. 

Después de mucho tiempo, el humo se disipó y claramente dijo: 

— Lo quiero de vuelta. Atthaphan es el hijo de mi madrastra, entrenador en la base Águila Blanca y objetivo de categoría A de nuestra agencia de inteligencia — después de una pausa continúo — Se pueden quedar con los anticuerpos secundarios, pero Atthaphan se ira conmigo.

En ese momento, la puerta se abrió y el tono perezoso de Off resonó en la habitación: 

— ¡Cuñado!

Mac agarró con fuerza el brazo de la silla, haciendo que sus tendones sobresalieran por debajo de las mangas de su camisa.

El teniente general dijo impotente: 

— ¿Qué está haciendo aquí, coronel Jumpol?

Off se acercó a la mesa, alcanzo una silla e ignoró el rostro repentinamente feo de Mac. 

Descuidadamente estiró sus dos largas piernas, sacó un encendedor de metal del bolsillo de su pantalón y lo arrojó dos veces hacia arriba antes de decir: 

— Hace algún tiempo la unidad 118 aceptó una misión secreta...

No había ningún otro sonido en la sala de conferencias y todos guardaban un cauteloso silencio.