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Capítulo 65

Off tuvo que pasar por muchos problemas con los comisionados militares para obtener el permiso y enviar a Tay, quien antes de ingresar a la sala de cuidados intensivos, fue bloqueado por los soldados de Sing.

— Tawan.

Tay estaba apoyado contra la pared en el pasillo del hospital con la cabeza gacha, jugando con la PSP que le prestó una enfermera, y levantó la vista cuando lo llamaron: 

— ¿Qué paso? No decían que podían manejar la situación.

Se rió irónicamente, con una mirada similar a la de Off.

Luego se arregló las solapas, metió la PSP en el bolsillo trasero de su pantalón y entró en la sala bajo la intensa mirada del subcomandante y varios soldados.

Gun estaba sentado tranquilamente en la cama del hospital, sujetando el cuello del médico contra el colchón, su cabeza se inclinó ligeramente cuando escuchó los pasos: 

— Tay...

— Hola — lo saludó casualmente, tratando a Sing y a la docena de soldados que lo rodeaban como si no fueran nada — Gun, libera al médico. ¿Qué pasa si lo estrangulas hasta la muerte?

Los dedos de Gun se aflojaron ligeramente. Esta fuerza no permitía que el médico se asfixiara, pero tampoco le daba posibilidad de liberarse. 

— ¿Dónde está Off?

— El Capitán ha sido invitado a tomar el té por los altos mandos de la comisión militar, ¿Lo estás buscando?

Gun no respondió y preguntó: 

— ¿Estás herido?

— No.

— ¿Dónde están Pim, Mond y el Gran Gallo?

— Todos están con la comisión militar.

Gun asintió levemente y hubo silencio por un momento.

Todos en la sala contuvieron la respiración y el silencio sepulcral era como un millón de bombas diminutas, sacudiendo constantemente los tímpanos de todos.

Siendo el centro de atención, Gun finalmente abrió la boca: 

— ¿En qué dirección está la comisión militar?

Sing inmediatamente señaló a Tay y ordenó en voz baja: 

— Llévalo afuera.

Sin embargo, antes de que el subcomandante pudiera reaccionar, Tay preguntó con frialdad: 

— Comandante Harit, ¿De verdad quiere hacer esto?

Sing notó de inmediato que algo andaba mal.

Pero su cuerpo era más lento que su conciencia y antes de que pudiera hacer algo, escuchó un fuerte golpe detrás de él. 

Gun apretó el cuello del médico y lo empujó contra la cama, sacó todas las jeringas de su cuerpo, rodó y aterrizó ligero como una pluma, derribando instantáneamente a los dos soldados que habían avanzado hacia él.

— ¡¿Qué piensa hacer, Tawan?!

Tay sacó la PSP de su bolsillo y comenzó a jugar ignorando a Sing.

Gun se movió tan rápido como un fantasma, sin siquiera necesitar sus ojos para ver, cualquiera que se acercara era derribado. 

El viento, los pasos y sus instintos fueron sus armas para discernir la situación a su alrededor.

El subcomandante maldijo y soltó el arma mientras saltaba sobre la cama, pero antes de que pudiera agarrar la garganta de Gun por detrás, lo vio arrojar a un alto soldado alfa hacia él, derribándolo sobre la cama con un fuerte golpe.