Capítulo 23

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*disparo*

La bala atravesó la cabeza del zombi que estaba envuelto en vendas, levantando una nube de polvo.

*disparo*

El zombi se tambaleó, pero siguió caminando.

Diez metros, cinco metros, tres metros....

Tres disparos más y Gun tiró el arma.

Exhalando un suspiro caliente que sabía a sangre, golpeó la sien del zombi.

Cuando una persona se encontraba en una encrucijada, por lo general sacaba una fuerza sorprendente de sí mismo.

El golpe de Gun era comparable al de un boxeador profesional, ya que revento la frente del zombi. Y si esta cabeza perteneciera a un humano normal, ya estaría partida.

Sin embargo, la cabeza del zombi que salió del ataúd se inclinó hacia un lado, lo miro, lo agarró y lo tiró.

Con el sonido de las cosas cayendo, el cuerpo de Gun voló más de diez metros y se estrelló contra la pared.

Al aterrizar, derribó algunos equipos, cayendo pesadamente en el suelo que estaba cubierto de fragmentos de vidrio y metal.

Maldijo en silencio.

Con los ojos inyectados de sangre, su visión no era clara y como en una neblina pudo ver al zombi caminando hacia él.

Este zombi estaba completamente envuelto en gruesas vendas de color amarillo grisáceo, parecía una momia.

Sus rasgos faciales estaban ocultos, solo se veía su boca y sus dientes manchados de sangre.

Aunque no era muy ágil, sus articulaciones no se veían tan rígidas como las de los zombis en el exterior.

Este zombi tenía una fuerza extrema inimaginable que incluso un disparo en la cabeza no podía hacerle daño.

— ¡¿Qué es exactamente esta cosa?!

En el sitio de prueba, aparte de un ascensor al que se le cortó el suministro de energía, no había nada más que pudiera usar para salir.

"¿Voy a morir aquí?"

El zombi se acercó y Gun luchó por levantarse.

Aún en pánico, vio una fila de tubos de ensayo del ancho de un dedo a su lado.

Estaban casi aplastados y un suero rojo oscuro explotó sobre la mitad de su cuerpo, parecía sangre.

No tuvo tiempo de contemplar qué era este líquido ya que tuvo que esquivar las garras que el zombi le lanzó a la cabeza.

La velocidad del zombi era incluso más rápida de lo esperado.

Lo agarró de la pierna y lo arrastró hacia él.

Gun estaba aterrado, pero afortunadamente, la fuerza de su patada era mayor que la de su puño y logró escapar un segundo antes de ser mordido.

Al instante, se levantó y corrió.

No podía salir del sitio de prueba y solo podía correr a lo largo de todo el laboratorio con el zombi detrás de él.

Hubo varias ocasiones en las que pudo sentir las manos del muerto vivo detrás de su ropa, pero lograba apartarse en el momento mas crítico.

Con la ayuda de grandes equipos esparcidos por el lugar, logró esquivarlo varias veces.

Después de todo, el zombi no era consciente y, en medio del desorden era muy torpe, tropezando cada dos por tres.

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