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Capítulo 34

— Capitán, tiene que curar su sesgo de género. No hay nada malo en los omegas. Mira, te estaba mirando en secreto hace un momento.

— No, no, secretamente te estaba mirando a ti. Ustedes dos se verán muy bien uno al lado del otro, ¿Cómo podrías negarte?

— Pero Capitán, usted es dos meses mayor que yo. Es importante que te establezcas rápidamente y formes una familia. ¡Él que no debería negarse claramente eres tú!

— Yo ya tengo al camarada Gun. Mira, él solo me mira a mí. Claramente tiene un afecto secreto por mí, pero es demasiado tímido para decir algo. ¿Cómo puedo fingir que no lo veo y lastimarlo?

Off y Tay estaban sentados junto al fuego con las cabezas juntas. Parecían tener una reunión secreta, eran como dos terroristas planeando algo indescriptible y todos conscientemente se mantuvieron a diez metros de ellos.

De repente, los dos giraron la cabeza simultáneamente, cuatro ojos mirando a Gun, que estaba apoyado contra un vehículo puliendo su daga.

— Míralo — los labios de Off no se movieron mientras susurraba por la comisura de su boca — Me está mirando, ¿verdad? Ya ves lo concentrado que está.

Tay tenía dudas:

— No, creo que me está mirando a mí.

Off sacudió la cabeza y lo obligó a darse la vuelta:

— ¡Estás soñando!

Después de salir de la Zona Militar B, cada vez que Gun lograba convencerse de que la relación entre los dos alfas era como él la había imaginado, la pareja hacía algo sorprendente.

Por costumbre, Gun se frotó el centro de las cejas. Exhalando lentamente, inconscientemente trató de alisar una arruga.

— Mira, él está suspirando por mí — Off habló con frialdad — ¡Si lo niegas de nuevo, te golpearé!

Al otro lado de la hoguera, First estaba tirado boca abajo en el suelo para no presionar sus glúteos, en los que Off acababa de dar una fuerte patada.

— Pero — First habló débilmente —  ¿Han olvidado que todavía hay un alfa más en nuestro equipo?

Tay respondió con simpatía:

— ¿Mond? No, él está enamorado de su pequeño Tytan. Nuestro equipo no puede obligar a un soldado a ir en contra de sus sentimientos personales.

— ¡Mmm!

Junto a ellos, Mond asintió.

First dudó y se aclaró la garganta:

— Además de Mond, todavía hay uno más, ¿verdad?

— ¿Pim? No, no puede ser ella —  Off se negó — Las feromonas de nuestra Pim aún no han madurado. Con esa pubertad extremadamente lenta, tendrá que ir al médico cuando lleguemos a la sede. ¿Cierto, Pim?

Pim se veía muy seria:

— ¡Hmm!

First lanzó una mirada indignada y arrepentida a los rostros de sus compañeros de equipo.

Después de un tiempo, no pudo contenerse más y se sentó, señalándose a sí mismo:

— ¡¿Qué hay de mí?!

Todos lo ignoraron.

— ¿No soy considerado un alfa? ¡¿No puedes entregármelo?!

Off tomó a la bebé de los brazos del Dr. Bright y se la pasó a First.

Con una expresión afectuosa, le dio unas palmaditas en el hombro:

— Ya tienes una hija, ¿De qué te quejas? Mostremos respeto por los mayores y dejemos espacio para el Teniente Tay, que es dos años mayor que tú.