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Capítulo 68

En la oficina del general.

Noppol bajó la foto y, con una cara muy rígida a pesar de su perfil envejecido, dijo sin expresión: 

— Nunca lo he visto.

Después de hablar la fotografía fue colocada sobre la mesa. 

En la imagen, un esbelto joven asiático de mediana estatura, que vestía un uniforme de camuflaje gris y blanco con gafas de sol de aviador, miraba hacia el techo con las manos en la espalda.

Su rostro, que estaba medio oculto por los lentes, reveló labios gruesos y ligeramente pelados por el sol, pero aún así bellamente formados. 

Las comisuras de su boca caían naturalmente, sin una sola curva, como si nunca hubiera sonreído en su vida.

Por lo tanto, Noppol no estaba mintiendo, ya que nunca había visto al omega del coronel Jumpol así.

Un hombre caucásico de pupilas azules estaba sentado frente a él con los dedos cruzados sobre la mesa. Sonrió con un toque de burla: 

— ¿En serio? Así que parece que mi hermano está en apuros.

— Aparentemente sí. Lamento personalmente su pérdida y espero que su familia contenga su dolor y acepte su destino.

— Esta bien. Ya he dicho antes lo peligroso que es. Honestamente, alguien como él no moriría tan fácilmente, es más probable que traiga desastres a quienes lo rodean.

Noppol no respondió y el hombre blanco ya había recuperado la foto, tomo su maleta y se levanto.

— ¡Un momento! — el general se levantó abruptamente — ¡Coronel Mac!

El nombrado se detuvo y escuchó la voz del viejo teniente general: 

— ¿A dónde ira?

— A casa.

— ¿Cómo va a volver?

Mac inclinó la cabeza hacia atrás: 

— Tengo todo resuelto.

Los ojos del teniente general reflejaron el rostro anguloso de este hombre, y captó una clara y sutil mueca en el discurso del otro.

— Algunos de nuestros militares lograron ingresar a los laboratorios en Florida y reiniciaron las pruebas de vacunas. Como su gobierno no puede ofrecer mano de obra para ayudar en la búsqueda de mi hermano, solo puedo regresar a mi país para solicitar ayuda. En cuanto a cómo llevaremos a cabo la búsqueda y el rescate, me temo que en su posición actual está fuera del alcance de su país.

Era claramente su territorio, pero Noppol sintió vagamente que estaba siendo abrumado por el aura de este alto soldado caucásico.

El oponente tenía mucha confianza, tanto que debía tener algo bajo la manga.

Los ojos de Noppol se entrecerraron y su mente rápidamente reflexionó sobre algo, pero en ese breve momento, Mac comenzó a caminar nuevamente hacia la puerta de la oficina.

— ¡Quédese! — le soltó y después de una pausa agregó — Puedo aceptar sus términos, coronel. Pero debe decirme por qué su ejército está buscando a este hombre por todas partes. ¿Está por casualidad relacionado con la vacuna?

Para su sorpresa, Mac no eludió el tema y simplemente dijo sin rodeos mientras se daba la vuelta: 

— Sí.

Noppol se sorprendió por esta respuesta inesperada.

Mac desabrochó tres botones de su camisa y reveló sus fuertes pectorales con tres largas cicatrices de color marrón púrpura que los cruzaban.