Capítulo 62

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El sonido del viento se sintió como un relámpago y los pasos sibilantes de las hordas de zombis barrieron desde el interior oscuro y vacío del edificio.

Off torció las muñecas de Gun detrás de su espalda, pero levantó la barbilla inferior para mirar a Tay y preguntó: 

— ¿Cuánto crees que vale tu vida?

La luz de la luna se filtró desde las nubes oscuras, reflejándose en el rostro azulado de Tay.

— Gun, cálmate, escúchame... — la voz de Off contra el oído del menor era bastante urgente y lo hizo retroceder mientras hacía todo lo posible para alejarlo de Tay — Fue mi idea, él no tiene nada que ver, no debí infectarme, escúchame, sé bueno, G-uuun... ¡GUN!

Al final su voz cambió de tono abruptamente, sintió una fuerza frente a su cuerpo ejercida por Gun: en realidad, este se liberó, giró a una postura retorcida y con una patada atronadora lo derribó.

Off se levantó rápidamente, pero bajo el ataque agresivo qué recibió, solo pudo retirarse paso a paso. 

Tay aprovechó la oportunidad para levantarse, pero no tuvo tiempo de retroceder dos pasos antes de ver a Gun avanzar hacia él.

En un abrir y cerrar de ojos, corrió hacia Tay, pisó su pecho para sostenerse y usó su otra pierna para patearlo. 

El soldado de las fuerzas especiales ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar antes de ser golpeado por una fuerte patada aérea en el costado del cráneo, lo que provocó que escupiera sangre y cayera en el acto.

Gun nunca había atacado a las fuerzas especiales, pero en este momento, era como un guepardo salvaje que finalmente no pudo contener su ferocidad y acabó con los dos en menos de cinco segundos.

New solo tuvo tiempo de abrir la escotilla del helicóptero y gritar en medio del sonido de las hélices: 

— ¡ESPERA!

Tay sintió un hundimiento en la columna lumbar.

En medio de un violento mareo, se dio cuenta de que la rodilla de Gun lo estaba empujando contra el piso de concreto y luego sus dedos que apretaban el tubo fueron rompiéndose uno por uno.

— Gun, Gun, no hagas eso... — dijo con dolor — Gun...

Un Gun jadeante y ensangrentado, lo ignoró. 

Cuando estaba a punto de romper el último dedo de Tay, su garganta se apretó.

Off vino por detrás, su codo estranguló firmemente el cuello de Gun y con casi todas las fuerzas que le quedaban lo arrastró lejos de Tay, alejándolo varios metros y sosteniéndolo con fuerza entre sus brazos.

— Mírame, Gun, mírame — lo arrinconó contra la esquina y presionó todo su cuerpo sobre él, bloqueando todas las salidas con este gesto desesperado y forzando su barbilla para que lo mirara a los ojos — Soy tu P'Off, ¿Puedes verme? ¿Cómo puedes hacerme esto, eh?

El cabello de Gun estaba empapado en sudor, sus cejas oscuras estaban juntas y su rostro estaba sorprendentemente blanco. 

Off, con las manos temblorosas, sostuvo su cabeza, sin dejar que se liberara logro que lo mirara directamente a los ojos: 

— Está bien, no llores, está bien... Escucha, Gun, ¿Qué pasa si uso esa inyección, si funciona y ya no hay más anticuerpos? ¿Cómo podría seguir viviendo después?

Gun dijo palabra por palabra: 

— Hicimos un trato, tú...

— Sí, fue mi idea. No tiene nada que ver con Tay. Cálmate y escúchame... ¡GUN!

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