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Capítulo 69

La respiración del teniente General se detuvo cuando vio a Pim, sin decir una sola palabra, levantar el dobladillo de su falda y sacar una cimitarra de la funda de cuero atada a su muslo exterior.

— No...

Las palabras "No hagas eso" fueron interrumpidas cuando vio que la hoja de Sam golpeaba la cimitarra, haciendo que el metal soltara un sonido doloroso capaz de dañar los tímpanos.

— Niñita — dijo Sam con frialdad.

Pim ni siquiera pestañeo cuando hablo: 

— Anciana.

Las dos hojas se separaron al mismo tiempo y luego intercambiaron golpes nuevamente. 

Eran como una tormenta eléctrica con relámpagos fríos y brillantes que uno no podía mirarlas directamente, incluso los soldados que avanzaban no podían evitar retirarse presas del pánico.

— ¿Qué quieren? — la situación estaba claramente fuera de control, por lo que el teniente general disparó su arma al cielo y gritó — ¡Alto! ¡Coronel Jumpol, haga que se detenga!

La hoja de la navaja cortó como una serpiente, sacando sangre debajo de la clavícula de Pim. 

Sin embargo, como un relámpago, la mano que sostenía la daga fue atrapada por la joven alfa y con un fuerte estruendo, Sam fue pateada a varios pies de distancia con la sangre brotando de su boca.

— ¡JUMPOL!

— General — Off lo interrumpió y bloqueó a Mac, el ambiente era extremadamente tenso, pero su voz era tranquila — No se deje engañar.

— Mocosa escualida — Sam se limpió la sangre de la boca y apretó los dientes — ¿A quién llamas anciana?

Pim no respondió, solo mostró los dientes y sonrió. Sus nudillos se estrellaron contra la palma de la otra.

La patada voladora hizo que Sam se diera cuenta de que el cuerpo musculoesquelético de la niña no era como el de un ser humano común, sino como un tanque de acero. 

Agarró el puño de Pim que se aproximaba y, en ese momento, sintió como si hubiera atrapado una bola de hierro pesada y feroz, tanto que el impulso hizo que su brazo se doblará con fuerza y ​​sus omoplatos de repente emitieran un sonido chisporroteante.

— ¡Ay! ¡Mierda!

Sam gritó, golpeó con el codo los hombros de Pim y la apuñaló en la cara con la daga.

Con un sonido ensordecedor, la cimitarra de Pim se estrelló firmemente contra la punta de la otra hoja y la envió volando al instante. 

La chica alfa pateó las piernas de Sam mientras hacía un lanzamiento de hombro.

Esta serie de acciones solo duró medio segundo y el guardabosques más cercano no tuvo tiempo de reaccionar ya que la daga voló hacia él, pasó por su oreja y se clavó profundamente en el tronco de un árbol.

Sam no pudo esquivarla y quedó atrapada por las piernas de Pim que estrangularon su cuello.

Este movimiento fue tan hermoso que algunos soldados incluso se olvidaron de la situación e inconscientemente soltaron: "¡Genial!"

Las mejillas de Sam se enrojecieron rápidamente cuando sus rodillas golpearon contra el piso de concreto, la parte superior de su cuerpo se levantó en forma de U en una posición boca abajo, donde su cuello estaba bloqueado por las delgadas pantorrillas de la chica.

Las dos se miraron de cerca, Pim levantó ligeramente la cabeza y se burló, 

— ¿Quién es la escualida?