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Capítulo 41

La realidad no le dio a Gun la oportunidad de dudar, ya que unos minutos después, el automóvil salió lentamente de la estación de servicio.

El último remanente de su racionalidad como guerrero superó su hambre.

No decidió seguir de frente, sino que primero retrocedió unos pasos y se escondió, solo observando cómo el SUV (auto deportivo) giraba y avanzaba lentamente hacia la calle principal.

"¿Que van a hacer?"

Inspeccionó los alrededores.

Junto a él se encontraba un revoltijo de autos y motonetas que se habían visto envueltos en un choque, la escena era horrible y trágica.

Además, no había otras opciones de transporte disponibles, ni siquiera se podía encontrar una sola bicicleta sin daños.

El auto se estaba alejando cada vez más, así que apretando los dientes, corrió tras el coche.

— Alguien nos está siguiendo — murmuró el conductor, mirando por el espejo retrovisor.

La mujer alfa sentada a su lado estaba estudiando sus dedos. Al escuchar esto, inmediatamente miró hacia atrás.

Sin embargo, solo vio una horda de zombis persiguiéndolos lentamente:

— ¿Dónde? ¿Quién?

— No pude ver con claridad, se escondió demasiado rápido.

El vehículo se sacudió levemente mientras avanzaba, pero Mac no dijo una palabra.

— Podría ser un sobreviviente — reflexionó la mujer — Pak, conduce un poco más rápido y deshazte de él. Todavía tenemos que buscar otra base.

Pak pisó el acelerador y el parachoques delantero se estrelló contra un par de muertos vivientes, creando una nube de polvo y humo.

La ciudad se había convertido en un refugio para zombis, y todos los edificios a lo largo de las calles se habían convertido en enormes ataúdes.

Ráfagas de viento helado barrían las desoladas carreteras, donde las paradas de autobús, los supermercados y las escuelas estaban vacíos.

La basura y las bolsas de plástico bailaban y se arremolinaban en la tierra y el polvo, solo para ser pisoteadas por los zombis.

El SUV se dirigió a un pequeño centro comunitario.

En el espejo lateral del auto, los árboles pasaban desapercibidos.

— Él todavía nos está siguiendo — señalo Pak.

Esta vez, la hembra alfa también se dio cuenta y se puso más atenta:

— ¿Podría haber una gran cantidad de ellos?

Se giró para mirar a su superior.

En el asiento trasero, Mac finalmente dejó de pulir su puñal y habló:

— Solo hay uno — no levantó la vista, pero hablo con indiferencia — Conduce un poco más lento. Encuentra un lugar para detenerte y ver qué tipo de persona es.

***

Con el corazón latiendo furiosamente dentro de su pecho, Gun jadeó y sintió que un sudor frío le corría por las sienes.

Si esto continuaba, pronto se deshidrataría.

"¿Debería rendirme? ¿O debería pensar en una manera de adelantarme al vehículo y probar suerte obteniendo ayuda?"

Sus fuertes instintos de supervivencia lo hicieron esquivar la última opción.

Sin embargo, ya los había estado persiguiendo durante mucho tiempo y la gran cantidad de energía que había gastado hacía que no quisiera darse por vencido tan fácilmente.