— Nadie te ayudará, nadie te salvará. Nadie en este mundo está de tu lado.
— ¡Naciste como un monstruo!
Los muertos vivientes vagaban por las vastas montañas y llanuras, proyectando sus sombras en una pesadilla sin fin.
Carne podrida, insectos venenosos, ramas muertas mecidas por el viento y horribles dientes afilados.
El joven Gun miró hacia atrás con pánico.
En su sueño, una cruz solitaria se alzaba a la distancia, una iglesia se derrumbaba silenciosamente entre llamas negras y la voz de un sacerdote resonaba en los cielos.
— Un guerrero inmortal, el futuro de la edad oscura... Levántate de la tumba y disfruta de la vida eterna.
Las pupilas en los iris ámbar del niño se contrajeron reflexivamente. Quería correr, pero no había dónde esconderse, y toda su conciencia estaba envuelta en una voz familiar y gélida.
— Escenario Virtual E7364.1.0. Establezcan el mecanismo de tensión. Matar a una velocidad superior de 2 por segundo. En caso de fallar, aplique electroshock.
— Inicia el temporizador.
Desesperado, Tay rugió,
— ¡GUN REACCIONA!
Antes de que el eco pudiera desaparecer, Gun lanzó a Tay dándole una patada en el pecho, haciéndolo chocar fuertemente contra la pared.
El fuerte impacto hizo que el cuerpo de Tay se contrajera. Tomado por sorpresa, escupió sangre.
Al segundo siguiente, dedos se envolvieron con fuerza alrededor de su cuello, sujetándolo agresivamente contra la pared.
Sin control sobre su propio cuerpo, Tay fue levantado. Con los ojos muy abiertos, luchó sin éxito cuando sintió que sus pies dejaban el suelo.
— G... Gun... — se las arregló para decir una palabra entre dientes.
Gun permaneció impasible como una máquina de guerra, frío y despiadado, no tenía pensamientos ni apariencia humana. Sus dedos, cerrados con fuerza alrededor de la garganta de Tay, eran como acero, sólidos e inamovibles.
Pero sus ojos estaban entrecerrados, las pestañas oscureciendo toda su expresión hasta el punto en que era imposible ver el foco de su visión.
La piel de Tay se enrojeció rápidamente y luego se puso pálida. La mano que no estaba fracturada tembló cuando agarró la muñeca de Gun.
Con la rápida privación de oxígeno, sus esfuerzos fueron en vano y no pudo soltar los dedos.
"¿Por qué me hace esto...?"
Pensó con dolor.
"Despierta... Por favor, Gun, reacciona..."
Sus oraciones internas estaban condenadas a ser inútiles.
Tay solo escuchó los crujidos provenientes de los huesos de su garganta, que estaban cediendo bajo la intensa presión, por lo que su visión se volvió borrosa y oscura, incluso el dolor de su muñeca dislocada desapareció.
Pero una fracción de segundo antes de caer al abismo, vio a Gun levantar la mano, donde dedos tan afilados como cuchillos de repente comenzaron a clavarse en sus propios ojos.
— ¿Quién soy yo? ¿Cómo nací? ¿En qué me has convertido? ¡¿En qué lo convertiste a él?!
En el campo, un chico de diecisiete años señaló una lápida gris cubierta de musgo detrás de él y dijo con una voz que resonó en el cementerio:

ESTÁS LEYENDO
118
Ficción GeneralEn el 2019, un virus estalló y barrió rápidamente el mundo en unos pocos meses. Las comunicaciones se interrumpieron, el agua y la electricidad cesaron, las fábricas de productos químicos tuvieron fugas, las plantas de energía nuclear explotaron y l...