Capítulo 8: Es culpa de las hormonas.

184 28 71
                                    

Pasados algunos minutos Lorcan comenzó a despertar con una expresión incómoda en el rostro sin saber muy bien dónde se encontraba. Theon estaba sentado en el piso apoyado en la pared que quedaba frente a la cama, cuidándolo.

―Por fin despiertas, Lorc. ¿Cómo te sientes? ― preguntó desde el suelo.

―Un poco apaleado― contestó y se levantó despacio para sentarse en el borde de la cama. ― ¿Dex está bien? ― Lorcan estaba intentando hacer memoria de lo ocurrido, pero los recuerdos le llegaban en fragmentos difusos, recordaba un beso, la pérdida de su pulsera; también recordaba haberse encerrado en el baño, pero no estaba seguro de nada.

―Él está bien, le dimos sus inhibidores y ahora duerme, es probable que no despierte hasta mañana. Mamá lo está cuidando―.

―Te pido disculpas, Theon, no debí haber venido sin llamarte antes―. Comentó, sereno. ―Tu hermano me llamó para pedirme ayuda y antes de que me diera cuenta estaba a solas con él en el peor momento―.

―Lo besaste...― dijo Theon despacio, como si esperara que Lorcan negara su afirmación.

―Lo hice― confirmó este, sintiendo un cosquilleo inmediato en sus manos al recordarlo. Notó que portaba su pulsera mal sostenida por un gancho de metal y se tocó suavemente los arañazos que le había propinado Dex, que comenzaban a desaparecer de su piel.

― ¿Y lo hiciste solo por el impulso del celo de Dex, o en realidad querías hacerlo? ―.

Lorcan continuó admirando los surcos casi curados de su muñeca por unos minutos más antes de contestar. ―Es obvio que su celo fue un impulso para mí, pero no te voy mentir, tu hermano no me es indiferente. Nunca lo ha sido. Es físicamente precioso, pero más que eso, es extremadamente talentoso y su personalidad es demasiado atractiva, volvería loco a cualquier alfa con dos dedos de frente―.

Theon suspiró, fastidiado. ― ¿Recuerdas lo que acordamos antes de que comenzaras a frecuentar mi casa?

―Lo recuerdo bien y sabes que he honrado completamente mi palabra. Pero Dexian ha madurado y ahora le corresponde a él tomar las decisiones sobre su vida―.

― ¿Quiere decir que vas a intentar algo con él? ― preguntó aún más irritado. Estaba dividido en dos en ese momento, por un lado, estaba de acuerdo con que Dexian debía tomar las decisiones sobre su vida y su futuro, pero a la vez no estaba seguro de que Lorcan fuera una buena opción para él.

―No, en este momento no estoy interesado en establecer una relación con ningún omega― dijo Lorcan, poniéndose de pie. ―Pero te repito que Dex me interesa, así que no te aseguro que me mantenga alejado de él―.

―Sabes que él siente algo por ti desde hace tiempo, Lorcan― comentó Theon, poniéndose de pie para encarar a su amigo―. No voy a intentar prohibirte nada porque sé que al final vas a hacer lo que te dé la gana, pero si nuestra amistad vale algo para ti, no te atrevas a jugar con él. Es mi hermano, no un omega cualquiera―.

―Nunca jugaría con tu hermano, Theon, puedes estar seguro―.

―Eso espero, porque de lo contrario buscaré la forma de matarte, amigo― comentó, abrazándolo por la cintura para ayudarlo a caminar. ―Vamos, te llevaré a tu casa para que descanses―.

―No es necesario que me lleves, puedo conducir perfectamente―. Lorcan empujó ligeramente a Theon para alejarlo de él y se dirigió caminando despacio hacia la puerta. ―Mañana vendrá una persona de mi personal a evaluar los daños que causé en tu casa, asumiré la reparación de todo―.

―No, nosotros nos haremos cargo, no es importante― dijo Theon, siendo sincero.

―No está en discusión, dile a la Sra. De Lanirox que se sienta en libertad de escoger lo que prefiera para la renovación de las cosas que rompí― Lorcan le sonrió a su amigo y se dispuso a marcharse de la habitación de Dex, aunque su interior le gritaba que se quedase justo donde estaba. ―Nos veremos pronto―.

Y todo ardía en azul ❀ By LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora