Después de almorzar con Neo, Dex tenía dos horas libres en las que podría llevar a cabo su plan, por lo que se encontraba conduciendo hacia la sede central de telecomunicaciones en la ciudad de Isih, donde Lorcan estaba dando una conferencia en ese preciso momento. El jovencito estaba tan emocionado que sus pequeñas manos temblaban sobre el manubrio del auto.
Cuando llegó al edificio tomó su mochila y salió corriendo hacia la entrada del enorme edificio con una sonrisa inamovible dibujada en su rostro. Por fin podría verlo de nuevo, acercarse a su cuerpo, escuchar de cerca su seductora voz y tal vez besarlo una vez más.
Una gran cantidad de personas estaban saliendo por las puertas del salón cuando llegó a su destino, por lo que Dex dedujo que la conferencia había terminado. Se recargó en una esquina alejada de la multitud de personas y esperó impaciente que su alfa saliera por las puertas y se acercara. Su corazón latía desenfrenado y su lobo se removía impaciente, tan desesperado como él mismo por verlo una vez más.
―La recesión actual me parece una muy buena oportunidad de inversión― comentó Lorcan Xerac a un grupo de alfas trajeados que caminaban a su lado hacia el exterior del salón. Su conferencia sobre el impacto de la tecnología y las telecomunicaciones en el desarrollo de la economía global había sido un completo éxito. ―Las personas inteligentes van a aprovechar la caída de la bolsa para comprar acciones a bajo costo y multiplicar su valor en poco tiempo ―continuó hablando― la política monetaria va a atenuar la inflación y se va a generar una recuperación de los mercados, es inminente, esta no es una recesión expansiva―.
Algunos hombres asintieron con la cabeza de acuerdo con sus afirmaciones y otros emitieron sus opiniones contrarias respecto al tema creando una discusión muy animada. Pero de pronto uno de los alfas que lo acompañaban, un señor que apenas superaba los cuarenta años pero que aparentaba tener muchos más debido a la extensa calva que portaba, interrumpió la discusión con un comentario inesperado.
―Miren eso― dijo, llamando la atención de sus acompañantes. ―Joder, me comería cada centímetro del cuerpo de ese bonito omega― comentó lamiéndose los labios arrugados.
―Mierda, voy después de ti, tenía mucho tiempo sin ver a un omega tan apetecible― comentó otro, mirando fijamente al joven que se encontraba a pocos pasos de ellos.
Lorcan miró a los hombres con diversión y ocultó sus manos en los bolsillos del pantalón del traje blanco que llevaba, adoptando una pose desinteresada. Dirigió su mirada hacia el lugar donde se encontraba el detonante de tanto interés y cuando lo vio, su diversión fue reemplazada de inmediato por una sensación de territorialidad angustiosa.
Un joven de cabellos rubios estaba de pie a pocos pasos del grupo y sostenía uno de los tirantes de su mochila con ambas manos, parecía nervioso, mordía sus labios carnosos de vez en cuando y miraba a todos lados como si buscara a alguien que no podía encontrar. Lorcan miró a sus compañeros comiéndose al pequeño omega con sus rostros lascivos y sintió el enfado brotar como lava volcánica de su interior.
―Alejen sus ojos de él ahora mismo, imbéciles― escupió con un tono que no admitía reproches.
― ¿Lo conoces? ― preguntó el alfa calvo, retrocediendo despacio sobre sus pasos al sentir el aura agresiva del joven empresario―.
―Él es mío― contestó sin apartar la mirada del chico, pero muy consciente de cada uno de los movimientos que hacían los hombres a su alrededor. Si alguno de ellos se movía, aunque fuera un centímetro más cerca de Dexian, juraba que lo destrozaría. ―Largo de aquí, todos, los quiero lejos de él―.
Los hombres se alejaron despacio y cuando estuvieron a una distancia prudente aceleraron el paso fuera de su vista. Lorcan sentía su lobo rugir en su pecho, ansioso por hacer pagar a todo quien se hubiera atrevido a poner sus ojos sobre su omega, pero respiró profundo buscando disminuir su molestia antes de acercarse a él.
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Y todo ardía en azul ❀ By Luna
FantasíaDexian de Lanirox es un estudiante prodigio de artes plásticas cuya mayor fascinación es llevar un pincel en sus manos y llenar lienzos de color, hasta recrear todas las ideas que desbordan de manera constante su imaginación. Pero este joven artist...