Capítulo 25: Un gran admirador.

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Dexian salió del auto negro de Lorcan Xerac justo frente al edificio donde presentaría sus obras. Cuando la puerta se cerró, el jovencito se quedó inmóvil en la acera, sin ser consciente de que muchas personas lo habían visto despedirse de su alfa con demasiada efusividad en el medio de la escuela, y en la misma medida que el auto se hacía pequeño y desaparecía en la carretera, sus ánimos y su voluntad abandonaron poco a poco su cuerpo hasta dejarlo vacío.

Todavía podía sentir un leve cosquilleo en sus labios por los violentos besos que había recibido, todavía le quemaba la piel allí donde los dedos de Lorcan lo había recorrido. Y la realidad absoluta de que estaría lejos de él por tantos días cayó sobre sus hombros con un peso que no pudo sostener.

Salió corriendo al baño más cercano, mientras unas inesperadas lágrimas brotaban sin parar de sus ojos verdes. De pronto fue muy consciente de que ya no podría verlo, no podría oler su aroma embriagante, no podría subir a su lado en el coche, ver su hermoso rostro de perfil y sentirse el chico más afortunado del mundo, supo que no volvería a escuchar un susurro suyo en su oído por mucho tiempo.

Se encerró en un cubículo y sollozó sin parar por varios minutos, no entendía por qué no podía dejar de llorar como un bebé al que le arrebataron un juguete de las manos, si hasta hacía unas pocas horas estaba consciente de que se iría y lo había aceptado con la mayor madurez que le fue posible.

―Dexian...― escuchó, y el sonido de un toque delicado en la puerta lo sobresaltó un poco. ― ¿Qué haces ahí? Vas a llegar tarde a tu primera reunión―

― ¿Neo? ― preguntó, intentando sobreponerse a la niebla de dolor que le invadió el pecho de manera tan inesperada.

―Si, soy yo. Abre la puerta ahora mismo, tienes que entrar a ese edificio de inmediato o nos harás quedar mal a todos los de primer año, harás quedar mal a todos los omegas de UNA― dijo el joven, con un tono de voz acusador.

―Mierda―. Dexian abrió la puerta a prisa y corrió al espejo para mirarse, cómo era de esperar su aspecto dejaba mucho que desear. ―Necesito arreglarme rápido― dijo sin mirar a su amigo, mientras dejaba caer una gran cantidad de agua sobre su rostro.

―Es gracioso― comenzó a hablar Neo. ―Que me haya enterado de quién es tu alfa misterioso al mismo tiempo que toda la escuela. Pensé que por ser tú mejor amigo tendría alguna ventaja con esa información―.

―Lo siento mucho, Neo, no fue mi intención que todos lo supieran. Mi alfa quiso traerme... y no pensé en las repercusiones que eso tendría―. El joven secó su rostro con suavidad y arregló su cabello con sus manos lo mejor que pudo, hasta que se sintió satisfecho. Todavía tenía los ojos un poco rojos y los labios hinchados, pero eso no lo podría solucionar. ― ¿Entonces todos lo vieron? ― preguntó, con una sensación de excitación en su pecho.

―Todos lo vieron, y los que no lo hicieron ya se enteraron por los foros de la escuela, es la única cosa de la que se habla― dijo el chico, muy emocionado. ―El mismísimo Lorcan Xerac se está comiendo a mi amigo, Dios... ¡Esto es demasiado bueno! ¿Cómo lo conociste? ¿Cómo hiciste para que se fijara en ti? Joder, es Lorcan Xerac, probablemente el alfa más sexy e inalcanzable de todo el imperio, no sabes cómo te envidio―

Dexian lo escuchó con el corazón latiendo muy a prisa, realmente todos sabían que Lorcan era su alfa, que le pertenecía solo a él. Su lobo se deslizó sediento por cada espacio de su cuerpo ante aquella perspectiva, y mordió sus labios despacio para intentar calmar el fuego que comenzó a instalarse en su pecho. Sabía que no era el lugar ni el momento para ponerse caliente. ―Mi alfa... es el mejor amigo de mi hermano... yo... lo amo tanto desde los 14 años... y cuando mi lobo despertó... no lo sé... solo pasó― dijo con un tono ahogado sintiendo sus mejillas arder. Le resultó increíble lo nervioso que estaba con el simple hecho de hablar de él.

Y todo ardía en azul ❀ By LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora